Los niños pequeños se pueden ahogar en hasta cinco centímetros (dos pulgadas) de agua, así que los padres deben estar especialmente atentos al vigilar a los niños en las albercas, aconsejan expertos. El Centro de Trauma de Montreal, ofrece las siguientes directrices para la seguridad en la alberca:
Los padres nunca deben alejarse más allá de la distancia de un brazo de sus hijos.
Los niños menores de cinco años y los niños mayores que no saben nadar deben usar dispositivos de flotación personales que se ajusten adecuadamente.
Todos los niños deben tomar lecciones de natación, preferiblemente a una edad temprana.
Cuando no se estén usando, las piscinas para niños no deben tener agua.
Nunca deje a niños pequeños solos cerca de un jacuzzi.
Los padres deben tomar un curso de salvavidas para poder actuar rápidamente si ocurre un incidente.
Fuente: The Montreal Children’s Hospital