Los niños desarrollan un sentido de la equidad y del altruismo, o falta de egoísmo, antes de lo que se pensaba, según un estudio reciente, realizado por la Universidad de Washington, a cargo de la psicóloga Jessica Sommerville.
Los investigadores hallaron que bebés de 15 meses de edad podían diferenciar entre porciones equtativas o desiguales de comida. Los investigadores anotaron que esa percepción también se relacionó a la disposición de los bebés a compartir.
Los hallazgos muestran que estas normas de equidad y altruismo se adquieren más rápido de lo que se pensaba, comenta la psicóloga Sommerville. Estos resultados también muestran una conexión entre la equidad y el altruismo en los bebés, de forma que los bebés que eran más sensibles a una distribución equitativa de los alimentos también eran los más propensos a compartir su juguete favorito.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores hicieron que niños de 15 meses se sentaran con uno de sus padres mientras veían dos videos cortos sobre personas que compartían.
En un video, alguien distribuía galletas de forma equitativa o de forma no equitativa entre dos personas. La segunda película era similar, pero las personas recibían leche en lugar de galletas.
Dado que los bebés prestan más atención cuando están sorprendidos, los investigadores notaron que los que participaron en el estudio pasaban más tiempo viendo el video en que una persona recibía más comida que la otra.
Los bebés esperaban una distribución equitativa y justa de la comida, y les sorprendió ver que una persona recibía más galletas o leche que la otra.
El estudio aparece en la revista PLoS ONE y encontró que había diferencias en el altruismo entre los 47 bebés estudiados. Los investigadores les hicieron elegir entre dos juguetes, un bloque LEGO sencillo o una muñeca LEGO más compleja. Los investigadores hallaron que un tercio de los bebés compartían el juguete que eligieron o que preferían, mientras que otro tercio compartía el juguete que no habían elegido. El otro tercio de niños no compartió ningún juguete, lo que pudo haberse debido simplemente a nerviosismo ante un extraño.
Al comparar ambos experimentos, los investigadores hallaron que 92 % de los bebés que compartieron su juguete preferido (a quienes se llamó «compartidores altruistas») habían pasado más tiempo viendo la división no equitativa de los alimentos. Mientras tanto, 86 % de los bebés que compartieron el juguete que no habían elegido (llamados «compartidores egoístas») habían prestado más atención cuando la comida se había dividido equitativamente.
Los compartidores altruistas fueron realmente sensibles a la falta de equidad en la tarea de los alimentos. En contraste, los compartidores egoístas mostraron una reacción casi opuesta.
Los hallazgos podrían utilizarse para fomentar el compartir y la cooperación entre los niños, sugiere el equipo de investigación.
Fuente: University of Washington