Los afrodisíacos naturales

Hay muchos mitos, leyendas y creencias falsas en lo que se refiere a afrodisíacos y otras sustancias que ayuden al ser humano a mejorar su vida sexual.

Una reciente investigación científica parece haber comprobado qué es falso y qué es cierto sobre los méritos de distintas sustancias naturales que, en el transcurso de la historia, se han presentado como afrodisíacos.

Según el profesor Massimo Marcone, de la Universidad de Guelph (Canadá), los verdaderos afrodisíacos son el azafrán y el ginseng.

El científico publica en la revista  Food Research International, del Instituto Canadiense de Ciencia y Tecnología de Alimentos, que se ha comprobado que ambas sustancias son verdaderos estimulantes del rendimiento.

Los afrodisíacos se han utilizado durante miles de años en todo el mundo, pero la ciencia detrás de las afirmaciones nunca ha logrado entenderse o informarse muy bien. El nuevo estudio es la revisión científica más amplia hasta ahora, aunque todavía son necesarios más estudios para confirmar sus efectos en el ser humano.

Hay toda una lista de productos y sustancias que pretenden mejorar el deseo y el rendimiento sexual.

Por ejemplo, hay quienes informan de un mayor deseo sexual después de comer Muira puma (Ptychopetalum), una especie de árbol originario de Brasil. También se habla de los beneficios del consumo de raíz de la maca (Lepidium peruvianum), una planta herbácea de los Andes Peruanos. Hay quienes afirman que el chocolate y el vino son estimulantes sexuales.

Pero hasta ahora no se habían logrado comprobar científicamente los beneficios de ninguno de estos compuestos. El objetivo del profesor Marcone y su equipo es descubrir si existe alguna sustancia natural que pueda ser utilizada como alternativa a los compuestos químicos como el sidenafil (Viagra) y tadalafil (Clialis).  En la actualidad  los trastornos sexuales como la disfunción eréctil se tratan con este tipo de fármacos, estos fármacos pueden producir dolor de cabeza y muscular y visión borrosa, además de tener peligrosas interacciones con otros medicamentos, y no suelen incrementar la líbido, así que no ayudan a la gente que experimenta bajos niveles de deseo sexual.

Los científicos canadienses analizaron cientos de estudios publicados sobre las sustancias naturales comúnmente utilizadas como afrodisíacos. El objetivo era investigar las afirmaciones sobre la mejora en el rendimiento sexual, tanto psicológico como fisiológico, de estos compuestos.

Los expertos encontraron que las únicas sustancias que se ha comprobado que pueden mejorar la función sexual humana son el Panax Ginseng, una planta cuya raíz se utiliza comúnmente en la medicina tradicional china, y el azafrán, una especia derivada de la flor Crocus sativus. Esta especia, dicen los investigadores, fue uno de los ingredientes que demostraron tener efectos sostenidos en la estimulación del impulso y el rendimiento sexual.

Se encontró que el azafrán tiene efectos sostenidos en la mejora del deseo y el rendimiento sexual, también se observó que otras sustancias menos conocidas, en particular la yohimbina, un alcaloide que se encuentra en una planta psicoactiva africana llamada Yohimbe, parecen mejorar la función sexual humana.

Y en estudios llevados a cabo con animales se encontró que otros ingredientes, como el ajo, el clavo y el jengibre, también lograron estimular el impulso sexual.

A pesar de que el chocolate supuestamente tiene efectos afrodisíacos, los científicos no encontraron evidencia de que esté vinculado a la excitación o la satisfacción sexual.

Quizás algunas personas sienten un efecto debido a determinados ingredientes del chocolate, principalmente la feniletilamina, un compuesto que se cree tiene un efecto en los niveles de serotonina y endorfinas en el cerebro. En cuanto al alcohol, que se utiliza comúnmente para liberar los deseos inhibidos, el estudio mostró que sí incrementa el deseo pero dificulta el rendimiento sexual.

Los investigadores creen que las sustancias naturales como el azafrán podrían ser una alternativa efectiva para tratar algunos trastornos sexuales. Sin embargo, subrayan que debemos ser cautelosos, porque todavía hace falta confirmar en futuras investigaciones su efectividad y su seguridad.

Actualmente no contamos con suficiente evidencia que apoye el uso extendido de estas sustancias como afrodisíacos.

Se necesitan más estudios clínicos para entender mejor sus efectos en el ser humano.


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