Cuanto más pesa una mujer, más problemas tendrá a la hora de quedar embarazada o de tener un bebé mediante fecundación in vitro, revela un estudio efectuado por la Dra. Barbara Lukey y un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Michigan, EUA.
Las mujeres obesas o con sobrepeso tienen menos probabilidades de quedarse embarazadas mediante tratamientos de fertilidad en comparación las mujeres que se encuentran en su peso normal, y una vez embarazadas, las posibilidades de perder el bebé son mayores. Estas condiciones se hacen más evidentes cuando el óvulo fecundado es propio y no ha sido congelado.
Una vez más se confirma lo que habían planteado estudios anteriores sin que sea posible determinar cuántos kilos de más son responsables de los problemas reproductivos.
La Dra. se ha basado en datos de un sistema informático que incluye más del 90 % de los tratamientos de fertilidad realizados en EUA. En total, 150.000 ciclos de tratamiento de fertilidad practicados en 361 clínicas.
Para cada ciclo, el sistema aporta información sobre la cancelación de éste, si conduce a un embarazo, si la gestación terminó antes de tiempo o si la mujer dio a luz un bebé vivo. Información que se completa con el peso y la altura de las mujeres antes de comenzar el tratamiento.
Cerca del 9 % de los ciclos de las mujeres que tenían un peso normal llegaron a su fin antes de tiempo frente al 16 % de los ciclos de las mujeres con un índice de masa corporal superior a 50.
Las mujeres con un peso normal tenían un 43 % de oportunidades de quedar embarazadas en cada ciclo con sus propios óvulos, mientras que en las obesas las posibilidades se reducían al 36 %. Y tras quedarse embarazadas, las probabilidades de perder al bebé se duplicaban en las madres obesas.
El motivo que vincula el peso con el éxito de quedarse embarazada mediante fecundación in vitro está en que el tejido graso genera estrógenos adicionales, que engañan al cerebro haciéndole creer que los ovarios están funcionando cuando en verdad no es así, y no hace su parte para ponerlos en marcha.
El peso no lo es todo, pero es un factor importante que controlar concluye el estudio.