Un estudio a cargo de la Dra. Leanne Redman, profesora de endocrinología del Centro de Investigación Biomédica Pennington, en Baton Rouge, Luisiana, EUA que llevaba la advertencia de «no lo haga en casa», 25 participantes sanos siguieron dietas que contenían distintos niveles de proteínas, más casi mil calorías adicionales, durante ocho semanas. El estudio se llevó a cabo en pacientes internos en que los participantes acababan de completar dietas para estabilizar el peso durante 13 a 25 días.
Los pacientes que comieron dietas bajas en proteínas aumentaron menos peso que los demás grupos, pero la calidad del peso que aumentaron era peor, ya que provino de un aumento en la grasa corporal, en contraste, las dietas ricas en proteínas llevaron a cambios en la masa corporal magra y ayudaron a los participantes a quemar calorías.
La mayoría de personas comen en exceso, y las que lo hacen deben prestar atención a lo que se llevan a la boca, advierte la Dra. Redman, si come en exceso dentro de una dieta rica en grasas y baja en proteínas, quizás aumente menos peso, pero aumenta más grasa y pierde más músculo.
Los resultados de la investigación aparecen en la revista Journal of the American Medical Association.
Los investigadores observaron cómo el nivel de proteínas de las dietas afectaba la composición corporal, el aumento de peso y el gasto energético bajo condiciones estrictamente controladas y usando técnicas de medición sofisticadas, los participantes fueron adultos jóvenes de 18 a 35 años de edad.
Las dietas variaban en cuanto a la cantidad de calorías provenientes de las proteínas, la dieta baja en proteínas tenía un 5 % de calorías provenientes de las proteínas, la dieta con proteínas normales 15 %, y la dieta rica en proteínas 25 %. Las tres dietas incluían la misma cantidad de carbohidratos, y la grasa conformaba la diferencia en las calorías. Todos los participantes ingerían unas 954 calorías en exceso al día.
Todos aumentaron de peso en el periodo de ingesta excesiva. Sin embargo, las personas en la dieta baja en proteínas perdieron un kilo (2.2 libras) en masa muscular, mientras que las del grupo con niveles normales o altos de proteínas observaron un aumento en la masa corporal durante el periodo de ingesta excesiva. El músculo pesa más que la grasa, motivo de que aumentaran más peso. Las calorías en exceso se convirtieron en grasa en los participantes que comieron una dieta baja en calorías.
La composición del peso (músculo magro o grasa) puede ser incluso más importante que la cifra de la balanza o el índice de masa corporal. Animar a seguir una dieta rica en proteínas y baja en grasa que contenga muchas frutas y verduras coloridas, hablamos de proteína magra como la carne blanca de pollo, el pescado, el pavo, la clara de huevo y ciertas proteínas en polvo. La proteína satisface más, y ayuda a reducir el apetito.
Fuente: Journal of the American Medical Association