Las bebidas azucaradas pueden aumentar el riesgo de hipertensión

Las bebidas azucaradas influyen directamente en el sobrepeso y la obesidad.

Los refrescos y bebidas de frutas azucarados parecen estar relacionados con un mayor riesgo de presión arterial alta entre los adultos, sugiere un estudio reciente.

El equipo de investigación señala que tanto la glucosa como la fructosa que se encuentran en esas bebidas están implicadas en la relación. Los hallazgos  sugieren que los individuos que consumen más refrescos y otras bebidas azucaradas pueden tener niveles de presión arterial más altos que los que consumen menos, afirma el Dr.  Ian J. Brown,  del departamento de epidemiología y bioestadística de la Facultad de salud pública del Colegio Imperial de Londres.  El problema puede agravarse con una alta ingesta de sal, que es una causa conocida de hipertensión.

Los hombres y mujeres que consumen una o más bebidas azucaradas al día tienden a tener más peso, consumir más calorías y tener dietas menos sanas que los que no las consumen.

Los resultados de la investigación aparecen en la revista Hypertension.

Para explorar el potencial de una relación entre las bebidas azucaradas y la presión arterial alta, los autores analizaron los patrones de consumo de 2,700 hombres y mujeres estadounidenses y británicos que tenían entre 40 y 59 años de edad.

Se completaron diarios de dieta que cubrían los alimentos, los azúcares, las bebidas azucaradas y las bebidas de dieta durante un periodo de cuatro días por cada participante del estudio. También completaron cuestionarios detallados que se enfocaban en una variedad de factores de vida, médicos y sociales. Se tomaron muestras de orina y lecturas de presión arterial durante todo el periodo del estudio.

El equipo observó que los que ingerían más de una bebida azucarada al día tenían el consumo de azúcar más alto (ya fuera glucosa, fructosa o sacarosa) y el consumo calórico más elevado, con un promedio de 400 calorías adicionales al día. Los que bebían más de una bebida azucarada al día también registraron índices de masa corporal (IMC) más altos que el promedio, en comparación con los que no las bebían, lo que sugiere que los que consumían esas bebidas también comían alimentos menos saludables.

En cuanto a la presión arterial, por cada porción (355 mililitros) de bebida azucarada consumida al día, hubo un aumento significativo en las lecturas sistólica y diastólica, incluso tras ajustar el índice de Masa Muscular.

La asociación entre beber bebidas azucaradas y tener una presión arterial más alta pareció ser aún más potente entre los que también tenían una alta ingesta dietética de sodio.

Sin embargo, beber una bebida de dieta en realidad se relacionó con un ligero descenso en la presión arterial, mientras que la cafeína no pareció tener impacto sobre la presión arterial.

El consumo de bebidas azucaradas se ha relacionado con el riesgo de hipertensión, obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedad cardiaca,  así que se sugiere que si los individuos desean tomar esas bebidas, lo hagan con moderación.

De acuerdo con las directrices de la American Heart Association, una cantidad moderada se traduciría en aproximadamente tres latas de doce onzas por semana para individuos que consumen rutinariamente unas 2,000 calorías diarias.

El Dr. Sahil Parikh, cardiólogo del Instituto del Corazón y Vascular Harrington-McLaughlin del Centro Médico Case de los Hospitales Universitarios, en Cleveland, comenta que desde hace mucho se sabe que las bebidas azucaradas son malas para la salud, porque tienen muchas calorías no nutritivas, pero lo que da importancia a este estudio es que sugiere que más allá de hacer que uno engorde, estas bebidas también provocan hipertensión, que se asocia con un incremento en la incidencia de infarto cardiaco y accidente vascular cerebral.

Fuente: HealthDay


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