La toxina botulínica A es efectiva en el tratamiento de los síntomas del tracto urinario inferior en los hombres con hiperplasia prostática benigna (HPB), informaron el Dr. Reginald Bruskewitz, y su equipo de investigadores de la University of Wisconsin en Madison.
Los ejecutivos de Allergan, que comercializa Botox, esperan que los reguladores estadounidenses aprueben este año el uso de Botox en la vejiga hiperactiva generada por la esclerosis múltiple y lesiones en la médula espinal, y obtener autorización para comercializar su fármaco en personas con «nicturia», o necesidad urgente de orinar que hace que la persona se levante para hacerlo durante la noche.
Para el estudio, el equipo del Dr. Reginald Bruskewitz, dividió a 134 hombres para que reciban inyección prostática transrectal de 100 o 300 unidades, el resultado se evaluó a los tres meses en 131 hombres y a los 12 meses en 108.
En el grupo que recibió menor dosis, el índice de síntoma de la Asociación Urológica Estadounidense era de 18,8 al inicio, 11,7 a los tres meses y de 11,9 a los 12 meses.
El grupo tratado con la dosis mayor presentó un índice medio de 19,5 al inicio, 10,6 a los tres meses y de 12,4 al año, el informe fue publicado en Journal of Urology.
Aunque ambas dosis mostraron eficacia y seguridad terapéutica, hay un efecto placebo sustancial en el tratamiento médico de la hiperplasia prostática benigna, que podría verse exagerado por la terapia inyectable.
Fuente: Journal of Urology