La tartamudez es un problema que afecta el flujo del habla. Si usted tartamudea, es posible que: Algunos sonidos sean más largos de lo que debieran ser, le cueste trabajo comenzar una palabra nueva, repite palabras o partes de las palabras, se ponga tenso cuando intente hablar. Quizás pestañee rápidamente o le tiemblen los labios y la mandíbula cuando se esfuerza por hablar
La tartamudez puede afectar a cualquier persona. Sin embargo, es más común entre los niños pequeños que están aprendiendo a hablar. Los niños tienen tres veces más probabilidades de tartamudear que las niñas. La mayoría de los niños deja de tartamudear a medida que crece. Menos del 1% de los adultos tartamudea.
El problema parece tener una tendencia familiar, la terapia para la tartamudez puede impedir que los niños pequeños continúen con el problema por toda la vida. Aquí le damos 7 consejos para hablar con su pequeño hijo.
1. Hable con su hijo de un modo lento y pausado. Cuando el niño se dirija a usted, deje que termine lo que está diciendo y espere unos segundos antes de empezar a hablar usted nuevamente. Que usted hable despacio y relajado ayudará a su hijo mucho más que cualquier crítica o consejo.
2. Reduzca la cantidad de preguntas que le hace a su hijo. En lugar de hacer preguntas, simplemente haga comentarios sobre lo que su hijo ha comentado.
3. Utilice expresiones faciales y cualquier tipo de comunicación no verbal para comunicar a su hijo que usted está escuchando el contenido del mensaje y no como lo está diciendo.
4. Disponga de algunos minutos de su tiempo cada día en los que pueda brindar su total atención al niño. Este momento de tranquilidad y calma puede ser constructor de confianza para los niños más pequeños, permitiéndole saber a ellos que usted disfruta de su compañía.
5. Ayude a todos los miembros de la familia a aprender sobre la toma de turnos y a escuchar. Los niños, especialmente aquellos que tartamudean, encuentran este modo de hablar más fácil cuando hay pocas interrupciones.
6. Observe el modo que usted interactúa con el niño. Intente aumentar aquellos momentos que usted dedica a escuchar a su hijo con todo el tiempo necesario para hablar.
7. Sobre todo, manifieste que usted acepta a su hijo como es. Lo más valioso será que apoye a su hijo, tartamudee o no.
La tartamudez
La tartamudez o disfemia es un trastorno de la comunicación, que se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla que se acompañan de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés