El Sur de Florida se parece a la provincia afgana de Kandahar al menos en una cosa: mucho opio. Aunque con un matiz, no se consigue directamente de la amapola sino de la farmacia.
Y es que los típicos condados playeros de Miami-Dade, Broward y Palm Beach, entre soleadas avenidas con palmeras, ocultan «la capital mundial de la receta y venta de calmantes del dolor», de acuerdo con datos federales.
Los expertos en salud pública ya hablan de una «epidemia» y denuncian que se ha formado una auténtica industria: la venta indiscriminada de medicamentos derivados del opio en una porción importante de los centros de salud que existen en el área para tratar exclusivamente el dolor.
Un informe de las autoridades estatales señala que en 2009, una media de 7 personas murieron cada día por causas relacionadas con el abuso de calmantes, el más usado fue la oxicodona.
De acuerdo con cifras porporcionadas por la asociación StoppNow, que agrupa a familiares de víctimas de sobredosis de medicamentos contra el dolor, en el condado de Broward en Florida se prescriben al mes más de un millón de calmantes.
En el sur de Florida, donde viven alrededor de cinco millones de personas, hay registradas más de 183 clínicas dedicadas a tratar el dolor. Sólo en el condado de Broward hay más clínicas para tratar el dolor que establecimientos de comida rápida Mcdonald’s. Además se cree que hay unas 900 clínicas en todo el estado, según asegura la asociación StoppNow.
El problema tiene un alcance nacional pues miles de estadounidenses viajan a Florida con la idea de conseguir estos medicamentos, y la Casa Blanca declaro a principios de año que actualmente enfrentan el mayor problema de drogas del país.
Las autoridades presentaron un plan para reducir su abuso en un 15% en los próximos cinco años.
La oxicodona, es altamente adictiva, es legal pero los médicos deben recetarla únicamente a pacientes que presentan por tiempo prolongado dolores muy fuertes. Las marcas más conocidas son OxyContin, Roxicodone y Percocet.
El número de muertes causadas por oxicodona se disparó desde menos de 4,000 en el año 2000 a más de 11,000 en el 2007. Mientras, las muertes por cocaína aumentaron en alrededor de 3,000 en el año 2000 a más de 5,000 en 2007 y las ocasionadas por heroína se han mantenido en torno a las 2,000.
El Dr. Elmer Huerta, experto en salud pública radicado en Washington, explica que la oxicodona es un opiáceo, y pertenece a un grupo de medicamentos con excelente capacidad para calmar el dolor, es una de las drogas de las que más se abusa en Estados Unidos. La persona que la toma se relaja, se siente en un mundo aparte, como en un estado de indiferencia. El problema es que el uso indiscriminado puede causar adicción, sobre todo en pacientes con tendencia a ello.
En la escala de los analgésicos, el primer escalón lo ocupa el ácido acetil salicílico (aspirina), el segundo los analgésicos no esteroideos como el ibuprofeno, luego está el paracetamol mezclado con derivados de opio como la codeína, en el cuarto la oxicodona y el quinto lugar lo ocupa la morfina.
Con estos datos, la oxicodona es adecuada para tratar pacientes que salen del quirófano después de operaciones que pueden resultar muy dolorosas.
Pero en Florida no existen sistemas de monitoreo, las diferentes clínicas están descoordinadas, las recetas y las compras no quedan registradas en una base de datos en red, como debería ser.
El gobernador de Florida, Rick Scott, firmó una nueva ley estatal que impondrá mayores controles a los médicos que recetan oxicodona y aumenta las penas por prescripción abusiva.
Un informe de la Comisión de Médicos Forenses de Florida publicado por el Departamento de Aplicación de la Ley de Florida, señala que en los seis primeros meses del 2009 se registraron 88,500 muertes por causas no naturales en el estado.
Las autopsias de casi 4,200 casos revelaron positivo a alguna droga. La más frecuente fue el alcohol etílico y a partir de ahí, los calmantes.
La droga más letal: los calmantes, las drogas que causaron más muertes fueron la oxicodona y las benzodiazepinas. En la calle hay más demanda por los calmantes que por la cocaína o la heroína.
No son inusuales las condenas a 25 años de prisión por tráfico de oxicodona.
Incluso ha tomado cartas en el asunto la agencia antidrogas estadounidense (DEA, en inglés), que puso en marcha una línea telefónica para atender durante las 24 horas las dudas sobre medicamentos.