El principal síntoma de la dispepsia es el dolor epigástrico, dolor en el área del estómago junto con la sensación de saciedad precoz y la pesadez posterior a las comidas, este síntoma principal puede acompañarse con más o menos frecuencia e intensidad de: náuseas, distensión abdominal (sensación de hinchazón del abdomen), meteorismo (gases), ardor estomacal (acidez), eructos, regurgitaciones y vómitos. También se la conoce como «indigestión» o «digestión pesada casi un 40% de la población padece síntomas dispépticos, aunque sólo una cuarta parte de los afectados buscan atención médica. La dispepsia puede ser causada por causas orgánicas, úlcera gástrica y/o duodenal, colon irritable, diabetes, cáncer, cálculos biliares, alteraciones pancreáticas, etc. u otras causas concretas como la ingesta de determinados medicamentos o desarreglos en la dieta, pero también puede carecer de una causa atribuible y en ese caso se la conoce como “Dispepsia Funcional”
Junto con el Síndrome de Intestino Irritable, constituye la primera causa de consulta al Gastroenterólogo. Puede decirse que del total de las consultas sobre problemas digestivos, un 40% son por esta causa, constituye entre el 2 y el 4% de las visitas al médico familiar.
La dispepsia afecta de forma significativa a la calidad de vida de los pacientes. Además, los pacientes con dispepsia funcional, al igual que sucede con el intestino irritable, presentan con mayor frecuencia depresión, ansiedad y ciertos rasgos de la personalidad como rasgos obsesivos e hipocondríacos. Según los expertos, es posible que a un subgrupo de pacientes estos factores, le sumen relevancia por la percepción y la actitud ante la enfermedad.
Si bien la fisiopatología es compleja y no está totalmente aclarada, existe una hipersensibilidad gástrica a la distensión, hipersensibilidad duodenal a la presencia de nutrientes, así como una alteración de los reflejos del estómago y de la capacidad de acomodación a la comida ingerida. Estas alteraciones son las que producirían una distribución anómala de la comida ingerida en el estómago hipersensible, produciendo los síntomas.
Las investigaciones sobre el origen y la causa de la enfermedad actualmente se dirigen a varios factores: por un lado, se ha visto cómo una infección gastrointestinal previa puede ser uno de los agentes desencadenantes. Por otro lado, factores ambientales como el estrés crónico parece que pueden modificar el funcionamiento digestivo.Para establecer un diagnóstico de Dispepsia funcional el paciente debe presentar:
Al menos 12 semanas, no necesariamente consecutivas en los
12 meses anteriores de:
….1. Síntomas persistentes o recurrentes (dolor o malestar centrados
….en la parte superior del abdomen)
….2. Falta de evidencia de enfermedad orgánica (observada por endoscopía superior) que pueda explicar dichos síntomas
….3. Falta de evidencia de que la dispepsia es aliviada exclusivamente por la defecación o se encuentra asociada a un cambio de la frecuencia o forma de la defecación (es decir, ausencia de intestino irritable)
Se podría decir que al diagnóstico de dispepsia funcional se llega luego de descartar cualquier otro origen evidenciable
La prevención de la enfermedad no es posible, los expertos debaten sobre las alternativas farmacológicas. Además de los ya existentes Inhibidores de la Bomba de Protones, de los procinéticos y de los antidepresivos, (estos últimos empleados a dosis bajas en los casos de dispepsia), los expertos remarcan la necesidad de desarrollar fármacos con mayor eficacia para el tratamiento de la hipersensibilidad visceral.