Grasas sí, pero insaturadas y, sobre todo, en el desayuno, es la conclusión del encuentro “Evolución de las grasas alimentarias” donde mostraron la evolución del conocimiento de las grasas alimentarias tanto a nivel científico como a nivel popular.
La Dra. Juana Morillas, profesora de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), a través del estudio -Efecto del tipo de grasa del desayuno en adultos- muestra que la incorporación de margarina (fuente de grasas esenciales) en el desayuno mejora el perfil lipídico del organismo en comparación a otras fuentes de grasas, esto supone la reducción del colesterol total en un adulto sano en el contexto de una alimentación variada y equilibrada.
La Dra. Morillas también comenta un estudio de la Universidad de Birmingham, recientemente publicado, que muestra que un desayuno equilibrado con presencia de grasas saludables (como el aceite de oliva y la margarina) y una cena ligera contribuyen a tener un adecuado peso corporal en los adultos.
También destaca la importancia de ingerir las mismas calorías que las que se van a gastar para mantener un peso correcto, evitando eliminar indiscriminadamente nutrientes claves de la alimentación. Ya que no se puede culpar sólo a las grasas de ser las responsables del aumento de peso cuando tenemos datos que indican que las personas no practican suficiente actividad física.
Actualmente se esta abusando de las grasas saturadas, por lo que se debe ayudar al consumidor a distinguir que grasas incluir en la alimentación. Es importante que se diferencie entre alimentos ricos en grasas saludables -como el aceite de oliva, la margarina, los frutos secos o el pescado- que son beneficiosas para la salud cardiovascular, frente a otros alimentos que aportan gran cantidad de grasas saturadas, y que se deben consumir de forma moderada y ocasional.