Los hombres que fuman enfrentan una reducción en la circulación sanguínea de las arterias peneanas debido a la nicotina, y como consecuencia se experimenta una menor respuesta al estímulo para lograr la erección.
Algunos efectos del tabaco en los hombres:
Altera la síntesis del óxido nítrico, que es la sustancia principal para relajar al músculo liso cavernoso del pene y facilitar la erección.
Produce en las arterias el espasmo vascular, y esto ocasiona aterosclerosis e hipertensión arterial, complicando el estado de la salud en general. Es así como los problemas cardiovasculares están relacionados directamente con la capacidad de tener una vida sexual plena.
La nicotina produce la migración de macrofágos, células del sistema inmune que están en los tejidos de la emigración de la sangre, por lo que se incrementa el riesgo de padecer trombosis.
Estudios de seguimiento a pacientes demuestran que los hombres que dejan de fumar han recuperado su vida sexual con bastante normalidad, pero aun así existe el riesgo de padecer una disfunción eréctil más aguda, como consecuencia de una exposición prolongada a los efectos nocivos del tabaco.
Se puede concluir que, en el caso de los pacientes fumadores, la mejor solución para combatir la disfunción eréctil es dejar de fumar; únicamente se debe elegir el método a seguir para disfrutar de una vida sexual plena y sin riesgo de afectar el bienestar del organismo.