La Hipertensión arterial, es un padecimiento generado por la presión sanguínea alta.
Es incurable y no presenta síntomas, por lo que se le conoce como “el asesino silencioso”. Sin embargo, sus consecuencias son extremadamente graves y van desde daños a órganos como el corazón, cerebro, ojos y riñones, ocasionando incapacidad laboral, discapacidad y hasta la muerte.
La presión arterial es la fuerza de la sangre con la que presiona contra los vasos sanguíneos. Para medirla, se utilizan dos cifras, por ejemplo 120/80, que es la normal. El primer número mide la presión cuando el corazón bombea y se llama sistólica y otra cuando el corazón descansa y se llama diastólica.
La hipertensión arterial generalmente no genera síntomas, por lo que su detección ocurre cuando ya hay daños severos. Sin embargo, en algunas ocasiones pueden aparecer señales de alerta como: Dolor de cabeza, cansancio extremo, zumbidos o ruido en los oídos, hemorragia nasa.
En la mayoría de los casos se desconocen las causas de esta enfermedad denominándosele en este caso Hipertensión arterial esencial. en otros, se sabe que está relacionado con la obesidad, sobrepeso, tabaquismo, alcoholismo, alto consumo de sal y grasas, estrés, falta de ejercicio y altos niveles de colesterol, asi como la predisposición hereditaria. En estos casos se le denomina hipertensión arterial secundaria.
La única forma de detectarla a tiempo es mediante la revisión de la presión arterial de manera frecuente, de no atenderse, esta enfermedad ocasiona daños en diversos órganos, lo que puede generar daños cerebrales, lesiones en los vasos sanguíneos, daños renales, enfermedades cardiacas y pérdida de la visión
La Hipertensión arterial es incurable, sin embargo puede mantenerse bajo control, bajando de peso, con una dieta que elimine el consumo de sal y grasas, además de la práctica de ejercicio en forma regular y con tratamientos médicos basados en el uso de medicamentos especializados.