Las hemorroides son un padecimiento ocasionado por la dilatación de las venas en el recto y el ano. En realidad el termino hemorroides, se refiere al plexo hemorroidal, es decir las venas que se encuentran en la última porción del intestino grueso. De tal forma que todos tenemos hemorroides y algunas personas presentan dilatación de las mismas, condición conocida en medicina como «enfermedad hemorroidal». Las hemorroides dilatadas pueden ser internas o externas, y en muchos casos se presentan hemorroides mixtas. Su frecuencia aumenta con la edad, pues se estima que hasta un 60% de las personas mayores de 60 años, han desarrollado esta enfermedad en algún grado.
Entre los síntomas más comunes destacan: Sensación de ardor en el recto, comezón, dolor durante la defecación, dolor anal al estar sentado, tener protuberancias duras pero sensibles cerca del ano y presentar sangrado en las heces.
La causa más común son los malos hábitos a la hora de defecar, es decir si se hace un gran esfuerzo o se permanece largos períodos en el inodoro. Otras causas son el estreñimiento, infecciones anales, obesidad y el levantar objetos pesados.
En las mujeres jóvenes la principal causa es el embarazo y el parto, los especialistas también señalan la importancia del factor hereditario, que facilita desarrollar este tipo de problemas. En un gran número de casos, el médico puede diagnosticar las hemorroides mediante un simple examen físico del recto. Para confirmarlo se puede recurrir al examen de sangre oculta en eces, una recto-sigmoidoscopía, que permite examinar el recto y la noscopía, que consiste en un procedimiento para visualizar el estado del ano.
De no recibir atención, la sangre que se encuentra en las venas dilatadas puede formar coágulos, ocasionando la muerte del tejido que rodea a la hemorroide dilatada, lo que obliga a su extirpación quirúrgica. Otra posible complicación es el sangrado severo, que genera problemas de anemia.
El manejo médico cuenta con varias opciones. Una de ellas es la ligadura con caucho, en la cual se coloca un anillo alrededor de la base de la hemorroide eliminando el flujo de sangre para que se seque. Otra opción es eliminarlas con rayos infrarrojos o mediante la inyección de una sustancia química. Una posibilidad más es el tratamiento quirúrgico o hemorroidectomía, que consiste en remover las hemorroides grandes que prolapsan.
Para prevenir las hemorroides, es recomendable hacer ejercicio como caminar en forma regular, consumir cantidad suficiente de fibra en la dieta (principalmente frutas y verduras) y lìquidos en abundancia.