La hemocromatosis es una enfermedad de origen genético, que ocasiona un aumento en la absorción orgánica del hierro.
Cuando se desarrolla, el hierro se deposita en órganos como el corazón, hígado y bazo, y en los tejidos, provocando serias complicaciones que van desde la diabetes, hasta problemas cardiacos.
La Hemocromatosis hereditaria afecta en mayor proporción a los varones y es común entre personas de raza blanca, especialmente los europeos. Puede aparecer desde los 20 años de edad, aunque la mayoría de los casos aparece entre los 30 y 50.
Este padecimiento no presenta síntomas específicos, por lo que en muchas ocasiones no es diagnosticada oportunamente.
Entre los síntomas más comunes se encuentran:
* Fatiga crónica
* Bronceado u oscurecimiento de la piel
* Dolor en articulaciones
* Disfunción sexual en los hombres
* Pérdida del vello corporal
La causa es el transtorno en un gen, que origina una mayor absorción del hierro Para que se desarrolle esta enfermedad es necesario que el paciente cuente con dos genes de la Hemocromatosis, heredados tanto del padre como de la madre. Si solo tiene uno, no desarrolla la enfermedad y únicamente es portador, pudiendo transmitirlo a sus hijos.
El primer signo que puede detectar el médico es el agrandamiento del hígado o del bazo y cambios en la coloración de la piel, que parece estar bronceada.
Estos primeros signos, se pueden corroborar mediante estudios especializados como el examen de niveles de hierro en suero y la prueba TIBC, o saturación de Transferrina, que es una proteína que transporta el hierro en la sangre, así como de Ferritina, que es otra proteína que lo almacena.
Los especialistas también pueden ordenar una biopsia del hígado para descartar otras posibles causas de su agrandamiento, como pudieran ser cáncer o alguna infección.
De acuerdo a cada caso, también se pueden solicitar otros estudios, entre ellos, tomografías y ecografías,
La Hemacromatosis hereditaria ocasiona la acumulación de hierro en diversos órganos, provocando el agrandamiento del hígado y el bazo y facilita el desarrollo de otras enfermedades como diabetes, problemas cardiacos, artritis, atrofia testicular y disfunción eréctil, además de cirrosis hepática.
El tratamiento se orienta a evitar el aumento de los niveles de hierro en el paciente y por lo tanto evitar daños en los órganos. Entre las opciones que manejan los especialistas, destacan la Flebotomía, que consiste en extraer sangre al paciente cada semana a fin de eliminar el exceso de hierro.
También se recomienda una dieta especial para evitar el aumento en el consumo de hierro, evitando el alcohol y los alimentos que contengan esta sustancia, como pueden ser los productos de mar crudos y los cereales fortificados.
También se utilizan tratamientos para evitar el desarrollo de complicaciones como la diabetes, pérdida del apetito sexual y de las características sexuales secundarias.