Los investigadores de la Universidad Case Western Reserve en Cleveland, EUA, han identificado una molécula que aumenta el potencial metastásico de los tumores mamarios mediante la estimulación de la transición epitelio-mesénquima, de los fenotipos migratorios e invasivos y mediante la estimulación de la resistencia a la anoiquis, una forma de muerte celular programada, inducida por células dependientes del anclaje que se desarraigan de la matriz extracelular circundante.
Los investigadores intentaron recapitular microambientes tumorales y metastásicos, mediante el uso de sistemas de cultivo con una biomecánica compatible o tridimensionales rígidos y su combinación con análisis de la estructura total del microARN para identificar tipos de miARN, cuya producción aumentase en las células metastásicas de cáncer de mama, debido al TGF-beta (receptor 2 del factor de crecimiento transformante beta). El TGF-beta actúa como un factor inhibidor de la proliferación en las células epiteliales normales y durante las primeras etapas del desarrollo del cáncer. Cuando una célula se transforma en una célula cancerosa, ciertas partes de la vía de señalización del TGF-beta aparecen mutadas y el TGF-beta ya no controla la célula.
Los investigadores informaron que la expresión de un gen de miARN específico, el miR-181a, estaba dramática y selectivamente exacerbado en tumores mamarios metastásicos, especialmente en tumores mamarios triple negativos y que fue altamente predictivo de la disminución de la supervivencia global en pacientes con cáncer de mama humano.
Desde el punto de vista de los mecanismos, la inactivación del miR-181ª, eleva la expresión de la molécula pro-apoptósica Bim, la cual a su vez sensibiliza a las células metastásicas a la anoiquis.