Un nuevo estudio ha encontrado que sólo una semana de terapia de desbridamiento con gusanos depura el tejido necrótico más efectivamente que el desbridamiento convencional en pacientes con úlcera venosas crónicas.
Investigadores del Centre Hospitalier Universitaire en Caen, Francia realizaron un estudio prospectivo incluyendo 119 pacientes hospitalizados con úlceras de la parte inferior de la pierna, escarificadas, que no cicatrizaban de 40 cm2 o más pequeñas, menos de 2 cm de profundidad, y un índice braquial del tobillo de 0,8 o mayor.
La terapia de gusanos dos veces a la semana fue administrada en un bolsa de membrana de alcohol polivinil conteniendo 80 gusanos Lucilia sericata estériles que pudieron acceder a las superficies de la herida a través de la bolsa; los pacientes control tuvieron desbridamiento quirúrgico bajo anestesia tópica tres veces a la semana.
Todos los pacientes llevaban los ojos vendados durante el tratamiento, y no eran conscientes de la diferencia de los programas de tratamiento. La principal medida de resultado fue el porcentaje de desprendimiento en las heridas a los 15 días.
Los resultados mostraron que hubo una diferencia significativa, entre los grupos, en el día 8, pero no hubo diferencia entre los grupos en el porcentaje del tejido necrótico sobre la herida el día 15 (55,4% versus 53,8%). De hecho, el área de superficie de la herida había aumentado en 14,6% en los pacientes que recibieron la terapia de gusanos y 8,2% entre los pacientes tratados con desbridamiento quirúrgico, sugiriendo que una segunda semana de terapia de gusanos podía ser perjudicial. El estudio fue publicado en la revista Archives of Dermatology.
Contrario al desbridamiento quirúrgico, la terapia de gusanos es fácil, segura, indolora, y bien aceptada por el paciente, concluyeron la autora principal, Anne Dompmartin, MD, PhD, y colegas del departamento de dermatología, no hay beneficio en continuar el tratamiento después de una semana, y la terapia de gusanos no mejora el tiempo de cierre de la herida, por lo cual debe detenerse cuando se logra el desbridamiento.