Apenas el 11% del estimado de 79 millones de estadounidenses que están en riesgo de diabetes saben que están en peligro de sufrir la enfermedad, informa Ann Albright, directora de la División de Traducción de la Diabetes de los los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de EUA. La afección, conocida como prediabetes, describe unos niveles de glucemia más altos de lo normal que ponen a las personas en peligro de desarrollar diabetes.
Es necesario que las personas comprendan el riesgo y tomen medidas enfatiza Albright. Se sabe cómo prevenir la diabetes tipo 2, o al menos retrasarla, así que hay cosas que las personas pueden hacer, pero el primer paso es conocer el riesgo, saber si se sufre prediabetes.
Entre los factores que conllevan un riesgo de prediabetes se hallan tener sobrepeso u obesidad, ser físicamente inactivo y no comer una dieta saludable. Esas personas deben consultar al médico y revisar los niveles de glucemia.
También existe un componente genético, por lo que tener antecedentes familiares de diabetes es otro factor de riesgo. La genética carga la pistola, y el estilo de vida hala el gatillo.
Según el informe, que aparece en la revista Morbidity and Mortality Weekly Report, la falta de concientización sobre la prediabetes fue equivalente en general, independientemente de los ingresos, la educación, el seguro de salud o el acceso a la atención de la salud.
El peligro de la prediabetes es que puede avanzar a la diabetes en toda regla, con todas las complicaciones que esa afección conlleva, lo que incluye problemas del corazón, de los riñones, de la circulación y de la vista, el 30% o más de las personas con prediabetes desarrolla diabetes en una década.
La buena noticia es que hay cosas que se pueden hacer para prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes tipo 2, si se pierde entre el 5 y el 7% del peso corporal y se hacen 150 minutos de actividad física a la semana.
El ejercicio y la dieta pueden reducir el riesgo de diabetes en alrededor del 58%, y administrar metformina puede reducir el riesgo en un 31%. Los cambios en el estilo de vida, junto con la metformina, que la Asociación Americana de la Diabetes recomienda para la prediabetes, resultan muy efectivos.
Fuente: U.S. Centers for Disease Control and Prevention