La gastritis es una de las enfermedades más comunes en la población mundial.
Consiste en la inflamación de la mucosa del estómago ocasionada por el ácido gástrico.
La gastritis suele iniciarse como un problema de acidez, que es un síntoma común que ha enfrentado en algún momento de su vida el 65% de la población mundial.
Los síntomas más comunes de la gastritis, son:
* Dolor abdominal
* Ardor de estómago
* Indigestión abdominal
* Náuseas
* Vómito y vómito con sangre
Entre los factores que provocan esta enfermedad se encuentra la bacteria Helicobacter pylori, pero también puede ser ocasionada por la ingesta de alimentos irritantes como el picante, los platillos muy condimentados o el consumo de café o alcohol, así como por el uso de medicamentos como aspirinas y antiinflamatorios. Otras causas comunes son el estrés, el embarazo y el ayuno prolongado.
Por lo general los especialistas recomiendan una Gastrocospía, que consiste en introducir por la boca un tubo delgado que cuenta con una cámara a fin de examinar la mucosa del estómago y detectar indicios de inflamación o sangrado. Incluso este instrumento permite la toma de muestras de tejido.
Otro método de diagnóstico son los exámenes de sangre, que permiten determinar si existe anemia que pueda indicar gastritis. Una opción más es el cultivo de heces, que detectan la presencia de bacterias anormales además de la presencia de sangre, que puede ser indicio de esta enfermedad.
De no atenderse, la gastritis puede ocasionar problemas de salud más serios, como el surgimiento de úlceras duodenales y sangrados en el estómago, que pueden poner en peligro la vida. Igualmente una gastritis no tratada puede facilitar con el tiempo la aparición del cáncer de estomago.
El tratamiento contra la gastritis depende de la causa de la enfermedad. Es decir, se recomienda eliminar las causas que generan la gastritis.
Si se origina en la bacteria helycobacter pylori, se recomienda el uso de antibióticos especializados. También es útil el uso de antiácidos, de reguladores de de la gastritis como la ranitidina o fármacos que permiten su recuperación al inhibir la secreción de ácido gástrico como los llamados inhibidores de bomba de protones.
Parte esencial del tratamiento es el cambio de hábitos alimenticios, consumiendo una dieta sana que evite los alimentos irritantes, además de dejar de fumar, no consumir alcohol y evitar los ayunos prolongados.Asimismo es recomendable evitar la causas que generan el estrés.
La principal medida de prevención contra esta enfermedad es seguir una dieta sana y sin irritantes, es importante respetar los horarios de comidas a fin de que los jugos gástricos no afecten la mucosa del estómago.