En 1988 el Centro Internacional de Investigación del Cáncer con sede en Lyon Francia, clasificó las emisiones de los motores diésel en la lista de gases probablemente cancerígenos para el hombre (grupo 2A).
Los expertos consideran que ya existen pruebas suficientes para demostrar que la exposición a los gases de los motores diésel está relacionada con un mayor riesgo de cáncer de pulmón y en consecuencia los incluyeron en la lista (Grupo 1) de elementos cancerígenos para el hombre.
Los componentes toxicos que emite un motor a partir de la combustion del diesel son: el NOx (oxido de nitrogeno), el HC (hidrocarburos mal quemados) y el SO2 (oxido de azufre).