El tabaco repercute sobre la salud bucal al punto que los fumadores tienen un riesgo más alto de desarrollar enfermedades bucales, especialmente las patologías de las encías.
La Odontóloga Purnima Kumar, de la Universidad Estatal de Ohio en EUA, encontró en una investigación que el tabaco altera la flora bacteriana que forma parte natural de la boca de las personas. La especialista explica que esta flora es estable y necesaria para prevenir enfermedades bucales.
La boca de los fumadores elimina a las bacterias buenas y atrae a los patógenos, por lo tanto, estos últimos crecen más rápidamente que en las bocas donde no ingresa el tabaco, comenta la Dra. Kumar, que publicó sus conclusiones en la revista Infection and Immunity.
En el estudio, la experta trabajó con voluntarios que fumaban o que se mantenían alejados del tabaco. A cada uno de ellos les realizó una profunda limpieza dental que barrió con todas las bacterias de la boca, es decir con las buenas y con las malas. A continuación registró como evolucionó la flora bacteriana tomando muestras en los días 1, 2, 4 y 7 posteriores a la limpieza.
La Dra. Kumar explica que lo primero que noto es que la población básica, que normalmente contiene unos pocos tipos de bacterias adecuadas, está ausente en la boca de los fumadores, por el contrario, la boca de las personas que no fuman recuperó rápidamente tras la limpieza las comunidades bacterianas adecuadas y no solía incluir patógenos.
Los investigadores notaron que los fumadores producen muchas citoquinas, sustancias que indican que el cuerpo se está defendiendo contra una infección. Esta situación genera gingivitis, es decir encías inflamadas, algo que a su vez puede producir una periodontitis con pérdida de hueso. Y esta reacción contra las bacterias peligrosas también afecta a las bacterias que sí benefician la salud bucal.
La Dra. Kumar afirma que, en vista de los resultados, los dentistas deben proveer tratamientos más intensivos y fuertes a los pacientes que fuman, aún si pasan por una limpieza bucal profunda, los fumadores siguen teniendo un riesgo elevado de volver a desarrollar patógenos en la boca en muy poco tiempo.