Las personas que experimentan algo que parece tambores en el pecho, falta de aire, dolor de pecho y mareo podrían sufrir de la común pero potencialmente peligrosa arritmia cardiaca conocida como fibrilación auricular.
La fibrilación auricular es un latido cardiaco demasiado rápido y anómalo que se hace más común a medida que la edad avanza. La afección puede provocar que la sangre se acumule en las cámaras superiores del corazón (las aurículas) y aumenta el riesgo de que el corazón «expulse» un coágulo, llevando potencialmente a un accidente cerebral vascular.
La fibrilación auricular también puede afectar adversamente la calidad de vida de las personas, resultando en fatiga crónica y dolor debilitante.
La fibrilación auricular es la arritmia cardiaca más común, y desafortunadamente muchas personas desconocen lo grave que puede ser para la salud a largo plazo, asegura el Dr. Bruce Wilkoff, presidente del grupo La Sociedad del Ritmo Cardiaco.
Las señales de advertencia de la fibrilación auricular incluyen:
Sensaciones de latidos fuertes en el pecho, como truenos, tambores o saltos.
Palpitaciones frecuentes (la sensación de que el corazón se ha saltado un latido).
Falta de aire tras un esfuerzo físico.
Una menor capacidad de ejercicio.
Dolor en el pecho.
Desmayos o mareo.
Los tratamientos para la afección pueden ayudar a controlar esos síntomas y restaurar un ritmo cardiaco normal, evitando coágulos sanguíneos y el accidente cerebral vascular.
Los factores de riesgo más comunes son:
Tener más de 60 años
Padecer diabetes
Tener otros problemas cardiacos, como hipertensión, enfermedad cardiaca coronaria e insuficiencia cardiaca congestiva
Sufrir de enfermedad de la tiroides o enfermedad pulmonar crónica
Padecer apnea del sueño
Beber demasiado alcohol o tomar estimulantes
Padecer de una enfermedad o infección graves
Fuente: The Heart Rhythm Society