Estudio que mediante una ecuación predice obesidad infantil

Según la Organización Mundial de la Salud la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial y México ocupa el primer lugar en obesidad infantil.

Un estudio promovido en Francia que combina los factores de riesgo de sobrepeso desde el nacimiento ha dado lugar a una fórmula para predecir la obesidad infantil y combatirla, informaron hoy los investigadores.

El estudio fue realizado por el Centro Nacional de la Investigación Científica, la Universidad de Lille y el Instituto Pasteur de Lille en un equipo internacional coordinado por Philippe Froguel, del laboratorio Genómico y de enfermedades metabólicas.

El equipo analizó una muestra de 4.000 niños nacidos en 1986, quienes fueron estudiados desde su nacimiento hasta los 16 años y se complementó con otra de 1.500 niños italianos y 1.000 estadounidenses, mejorando así la eficacia de la fórmula con la incorporación de características socio-culturales de cada población.

Gracias a este seguimiento se pudo determinar la ecuación, que analiza de manera combinada por primera vez los factores de riesgo de obesidad infantil, esos factores son el índice de masa corporal de los padres antes del embarazo, el peso de la madre durante la gestación, el del recién nacido, la profesión de las madres, el hecho de que hayan fumado o no y el número de hijos de la familia.

Las conclusiones del estudio revelaron que un 80% de las familias de la muestra presentaban un mayor riesgo de obesidad infantil, mientras que el 25 % de ellas pudieron enmendarla a tiempo gracias a la predicción facilitada por la fórmula.

Los científicos hicieron especial hincapié ya que la obesidad en los niños comienza a menudo muy pronto, antes de los cinco años, y una vez instalada es difícilmente curable, por lo que la prevención es la mejor estrategia para luchar contra esta epidemia y debe ser lo más temprana posible.

La obesidad infantil afecta al 10 y 25 % de los niños, y parece ser provocada por un crecimiento extremo en los primeros meses de vida, el estudio revela igualmente que, en contra de lo que se creía hasta ahora, el factor genético no merece formar parte de la ecuación debido a su rol menor en la predicción de la obesidad común, pero un 5 % de los casos de obesidad severa en los niños se debe a mutaciones genéticas, entre otras anomalías.

Todos estos datos que se desprenden de la fórmula permiten a los profesionales de la salud como médicos, pediatras, nutriólogos y  psicólogos concentrar sus esfuerzos en los niños que presentan los riesgos más elevados, apuntó el equipo del Profesor Forguel, así como informar a las familias para poder combatir la obesidad infantil a tiempo.

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