Un estudio realizado por la Dra. Andrea Unrau de la Universidad McMaster de Ontario, en Canadá, reveló que los niños de un año de edad que reciben lecciones musicales se ríen más, se comunican mejor y muestran aptitudes para la música.
Un conjunto de padres con sus hijos participaron seis meses en un experimento de instrucción musical, un grupo acudía una o dos veces a la semana a clases de música en las cuales adultos y bebés aprendían a tocar instrumentos, cantar y bailar, mientras que en otro grupo, los padres jugaban con sus hijos mientras escuchaban música infantil de fondo.
Antes de tomar las lecciones, todos los bebés tenían el mismo desarrollo comunicativo y ninguno había tomado clases de música previamente.
De acuerdo con los resultados publicados en las revistas Developmenta Science y Annal of the New York Academy of Science, al finalizar el estudio, los especialistas notaron que los niños de las clases musicales interactivas eran más activos y mostraban mejores capacidades de comunicación, como señalar objetos o despedirse y saludar con las manos.
Los niños del grupo que participaba de las clases también eran más independientes y no se desanimaban si había problemas.
Los que solo escuchaban música de fondo no mostraron los mismos resultados, aunque también reaccionaron a los estímulos musicales de manera más activa que aquellos niños que no asistieron a ninguna clase.
En tal sentido, la Dra. Unrau, señala que hay muchas posibilidades para profundizar la conexión entre padres e hijos. Pero lo mejor de la música es que a todos les gusta y además es muy fácil practicar actividades musicales juntos.