Un nuevo estudio encabezado por el Dr. Roy Small, director de Servicios de Insuficiencia Cardiaca del Hospital General de Lancaster en EUA, está examinando si la estimulación nerviosa puede aliviar los síntomas de insuficiencia cardíaca crónica (ICC) y detener la progresión de la enfermedad.
El Dr. Small y su grupo de investigadores están realizando el ensayo clínico global, de investigación, INOVATE-HF, para determinar la seguridad y eficacia del sistema CardioFit, un producto de BioControl Medical (empresa israelita) un dispositivo implantable, que comprende un cable de detección conectado al corazón y una derivación de estimulación colocada alrededor del nervio vago, parte del sistema nervioso parasimpático.
El sistema funciona enviando pulsos eléctricos al nervio vago, que estimula el corazón a través de un mecanismo de retroalimentación, lo que ayuda a regular y mejorar la función cardiaca en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica, reduciendo el estrés cardíaco.
Los datos del estudio mostraron que los pacientes experimentaron una mejoría sostenida, significativa, en los principales indicadores clínicos, incluyendo la función del ventrículo izquierdo y la estructura, variabilidad de la frecuencia cardíaca y la frecuencia cardiaca en reposo. Los pacientes también mostraron una mejora en las encuestas de la percepción de calidad de vida y las pruebas de marcha de seis minutos.
Los primeros experimentos con el dispositivo muestran una gran posibilidad de mejorar significativamente la función cardíaca del paciente y la calidad de vida con respecto a cuándo se utilizan los tratamientos estándares.
Actualmente, la insuficiencia cardíaca crónica afecta a aproximadamente 23 millones de personas en todo el mundo y se diagnostican dos millones de casos nuevos cada año. La mayoría de los pacientes con insuficiencia cardíaca crónica se tratan con medicamentos que tienen éxito en el manejo de los síntomas seleccionados, pero al final no pueden detener el deterioro por la insuficiencia cardíaca.