Las enfermedades no transmisibles representan la primera causa de muerte en el mundo, ocasionando más decesos que todas las demás causas de mortalidad juntas. Estas enfermedades han alcanzado proporciones epidémicas a pesar de que podrían reducirse sustancialmente mediante la reducción de los factores de riesgo, la detección temprana y el tratamiento oportuno. El Reporte Global de Enfermedades No Transmisibles (Global Status Report of Noncommunicable Deseases) es el primer reporte mundial acerca de la epidemiología, la reducción de factores de riesgo y el fortalecimiento del cuidado de la salud para personas que sufren de enfermedades no transmisibles.
De los 57 millones de muertes en el 2008, 36 millones, es decir el 63 por ciento, fueron causadas principalmente por enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas. Mientras se incrementa el impacto de las enfermedades no transmisibles y la población sigue envejeciendo, se estima que las muertes ocasionadas por las enfermedades no transmisibles seguirán incrementándose y el mayor riesgo lo representan las regiones de ingresos bajos e intermedios. Aunque la gente considera que las enfermedades no transmisibles atacan fundamentalmente la población de altos ingresos, la realidad es completamente diferente. Cerca del 80 por ciento de las muertes por enfermedades no transmisibles ocurre en países con un ingreso medio o bajo y son las principales causas de muerte en la mayoría de los países con excepción de los africanos. Pero aún en naciones africanas las enfermedades no transmisibles se están incrementando vertiginosamente y se proyecta que superarán a las enfermedades infecciosas, maternas, perinatales y nutricionales como principal causa de muerte para el año 2030.
Más del 80 por ciento de las muertes por enfermedades cardiovasculares y diabetes y casi el 90 por ciento de las muertes por enfermedad obstructiva crónica (EPOC), ocurren en países de ingreso bajo y medio. Más de dos tercios de todas las muertes por cáncer ocurren en países de bajo y mediano ingreso.
Además, las enfermedades no transmisibles ocasionan la muerte a una edad más temprana en los países de ingresos bajos y medianos, donde 29 por ciento de las muertes por enfermedades no transmisibles ocurre en la población menor de 60 años, en comparación con el 13 por ciento en los países de altos ingresos.
EL porcentaje estimado de incremento en la incidencia de enfermedades no transmisibles para el 2030, en comparación con el 2008, será 82 por ciento mayor en países de bajo ingreso, 70 por ciento mayor en los de mediano-bajo ingreso, 58 por ciento mayor en los países de ingreso medio-alto y 40 por ciento en los países con un ingreso alto.
Un gran porcentaje de las enfermedades no transmisibles puede prevenirse mediante la reducción de 4 factores de riesgo relacionados con los hábitos: el tabaquismo, la inactividad física, el consumo de alcohol y una dieta no saludable. La influencia de estos factores de riesgo relacionados con malos hábitos de vida, en conjunto con otras causas metabólicas y fisiológicas, son las principales causas del desarrollo de las enfermedades no transmisibles.
El tabaquismo ocasiona casi 6 millones de muertes cada año, tanto por el consumo directo del tabaco como en los fumadores pasivos, representando el 10 por ciento de todas las muertes. Se considera que fumar ocasiona 71 por ciento de los casos de cáncer de pulmón, 42 por ciento de los casos de EPOC y cerca del 10 por ciento de las enfermedades cardiovasculares. La mayor incidencia de tabaquismo entre hombres, ocurre en países de ingreso medio-bajo. Considerando la población total, la prevalencia de tabaquismo es mayor en los países de ingreso medio-alto.
Aproximadamente 3.2 millones de muertes al año, ocurren por falta de actividad física. Las personas que son físicamente inactivas tienen de 20 a 30 por ciento mayor riesgo de morir. La actividad física regular reduce el riego de enfermedades cardiovasculares, incluyendo la presión arterial alta, la diabetes, los cánceres de mama y colon, así como la depresión. La inactividad física es más común en los países de altos ingresos, pero se están viendo niveles muy altos de inactividad en las mujeres de los países de ingreso medio.
El consumo de alcohol es responsable de 2.3 millones de muertes cada año, representando el 3 por ciento de todos los decesos en el mundo. Más de la mitad de estas muertes por consumo de alcohol se relaciona con enfermedades no transmisibles como cáncer, enfermedades cardiovasculares y cirrosis hepática. Si bien el consumo per cápita de alcohol es mayor en países de alto ingreso, es casi el mismo en los países de ingreso medio alto.
Una dienta no saludable incluye el consumo insuficiente de frutas y vegetales. La falta de estos alimentos en la dieta aumenta el riesgo de parecer enfermedades cardiovasculares, así como cáncer de estómago y cáncer colorectal. Además, la mayoría de la población consume niveles de sal muy superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud para prevenir enfermedades. Por otra parte, el alto consumo de grasas saturadas y ácidos grasos “trans” se relaciona con la enfermedad cardiaca. La dieta no saludable está aumentando en países de bajos recursos. Datos epidemiológicos revelan que la ingesta de grasa está aumentando rápidamente en países de ingreso medio-bajo desde el año 1980.
La presión arterial alta ocasiona 7.5 millones de muertes, cerca del 12.8 por ciento del total de decesos. Es un factor de riesgo mayor para la enfermedad cardiovascular. La prevalencia de hipertensión es similar en todos los países, aunque es menor en los países de altos ingresos.
El sobrepeso y la obesidad son responsables de 2.8 muertes al año. El riesgo de enfermedad cardiaca, accidente vascular cerebral y diabetes se incrementa conforme crece el índice de masa corporal. Un aumento del índice de masa corporal, también incrementa el riesgo de ciertos tipos de cáncer. La prevalencia de sobrepeso es mayor en los países de ingreso medio pero se han reportado niveles muy altos en algunos países de ingreso medio-bajo. En Europa y América, más del 50 por ciento de las mujeres tiene sobrepeso. La mayor prevalencia de sobrepeso en niños tiene lugar en países de ingreso medio, aunque el incremento más rápido de sobrepeso se ve en los países de ingreso bajo.
Fuente: Organización Mundial de la Salud