El uso de aspirina por más 10 años puede elevar el riesgo de desarrollar degeneración macular tardía relacionada con la edad, según un nuevo estudio dirigido por la Dra. Bárbara Klein de la Universidad de Wisconsin en Madison, EUA.
La Dra. Klein y su grupo de investigadores llevaron a cabo el Estudio Ocular Beaver Dam, un estudio longitudinal basado en la población de las enfermedades oculares relacionadas con la edad, con la participación de 4.926 participantes, de 43-86 años al inicio del estudio.
Se realizaron otros exámenes, cada cinco años, durante un período de 20 años (1988-1990 hasta 2008-2010). A los participantes se les preguntó si habían utilizado regularmente aspirina por lo menos dos veces a la semana durante más de tres meses. La medida de resultado principal fue la tasa de incidencia de degeneración macular relacionada a la edad, según la evaluación en las fotografías de la retina.
Los resultados mostraron que hubo 512 casos incidentes de degeneración macular relacionada a la edad temprana (de 6.243 consultas-personas en riesgo) y 117 casos incidentes de degeneración macular relacionada a la edad tardía (de 8.621 consultas-personas en riesgo) a lo largo del estudio. El uso habitual de aspirina, 10 años anteriores al examen de la retina se asoció con degeneración macular relacionada a la edad tardía, con una incidencia estimada de 1,76% para los usuarios regulares y 1,03% en los no usuarios. El uso de aspirina cinco años antes al examen de retina no estuvo asociado con degeneración macular relacionada a la edad incidental precoz.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).
La degeneración macular relacionada a la edad es una condición médica, que normalmente afecta a los adultos mayores y produce una pérdida de la visión en el centro del campo visual (la mácula) debido al daño a la retina. Se presenta en las formas seca y húmeda, y es una de las principales causas de la ceguera y discapacidad visual en adultos de 50 años de edad y mayores. La degeneración macular relacionada a la edad puede hacer que sea difícil o imposible leer o reconocer las caras, aunque queda suficiente visión periférica para permitir la realización de otras actividades de la vida diaria. La degeneración macular relacionada a la edad comienza con los característicos depósitos amarillos, llamados drusas, en la mácula, entre el epitelio pigmentario de la retina y la coroides subyacente.