La experta del Centro de Investigación Biomédica de Occidente del IMSS en Jalisco, la Dra. María Cristina Morán Moguel, indica que una investigación revela que en hipertensos se altera la percepción de los sabores salados.
Agrega que un umbral al sabor salado alterado que hace que la persona le añada sal a los alimentos, aún antes de probarlos, además de 5 genes que tienen una asociación para el desarrollo de la hipertensión arterial, son dos hallazgos importantes de una investigación que realizó el IMSS Jalisco, en torno a dicha patología.
Este sondeo incluyó a 500 personas, 50% de ellas con diagnóstico de hipertensión primaria y la otra mitad sanos, con edades de los 23 a los 60 años, hombres y mujeres.
Destacó que la investigación es una de las primeras con este grado de avance que se hace en el país y que antes de que termine 2012 se tendrán las conclusiones definitivas, ya se han difundido en congresos de Genética algunos hallazgos preliminares.
Detalló que el total de personas incluidas en la investigación, corresponde a la Unidad de Medicina Familiar 93 del IMSS, ubicada en Tonalá, Jalisco y en ellas se analizaron sus estilos de vida en cuanto al manejo del estrés, actividad física y tipo de alimentación, así como la influencia que la genética tiene para el desarrollo de hipertensión arterial.
En lo que respecta a la genética, el estudio arrojó que si bien existen antecedentes de 32 marcadores precursores de hipertensión, 5 de ellos guardan una asociación directa, lo cual se describió mediante la investigación.
Las personas con diagnóstico de hipertensión tienen diferencias muy marcadas en cuanto a la percepción del sabor salado, en comparación con quienes no son hipertensos.
Los hipertensos requieren de mayores cantidades de sal «para encontrarle sabor a la comida, y dado que la sal es cloruro de sodio y éste último se conoce por su capacidad de provocar retención de líquidos, el cuadro hipertensivo se complica, la retención de líquidos afecta diferentes estructuras del cuerpo incluidos los vasos sanguíneos, donde al concentrarse en el epitelio, hace que se inflame, aminorando su diámetro y dificultando en consecuencia el flujo de la sangre, ésta circula con más presión.
Resaltó que una particularidad es que quien tiene este umbral ampliado para los sabores salados no está consciente de ello y es hasta que terceras personas se lo hacen ver, como cae en la cuenta de esta alteración, es importante concientizar a la población sobre el perjuicio que representa para la salud el exceso en el consumo de sodio y los sustitutos de la sal son muy útiles.