Las empresas tacabacaleras estadounidenses deberán sufragar una campaña publicitaria para explicar a los consumidores cómo y por qué mintieron durante décadas acerca de los efectos sobre los efectos nocivos para la salud que causa el cigarro determinó un juez federal.
Es la más reciente decisión en una caso presentado por el Departamento de Justicia de EUA en 1999 contra las fabricantes de cigarrillos a las que se acuso de «chantaje» y a las que exigía indeminzar al sistema de salud por centenares de miles de millones de dólares por gastos incurridos en el tratamiento de enfermedades vinculadas a fumar.
La jueza Gladys Kessler determinó que la campaña publicitaria de dos años de duración seria la manera más apropiada para que las tabacaleras contrarresten «el engaño» que estima que venían cometiendo desde 1964, cuando negaban que la nicotina y otros ingredientes del cigarro crearan adicción.
Los detalles sobre cómo se realizará esa campaña y cuánto costará deben ser negociados todavía, aunque expertos legales pronostican que llevará a otra larga batalla en tribunales.
Los portavoces de Reynolds American, Philip Morris y Lorillard, las tres grandes empresas tabacaleras acusadas, no ofrecieron comentarios a la decisión y dijeron estar estudiando el veredicto.