Ninguna información científica muestra un efecto concreto de detrimento para la madre o el feto ante el ejercicio físico moderado en el agua, indicaron el doctor Jose G. Cecatti y sus colegas en la revista Reproductive Health.
El equipo de Cecatti, de la Universidad de Campinas en Brasil, comparó el aumento de peso y los cambios en la composición corporal, así como también los resultados del embarazo, en 71 embarazadas sedentarias que no realizaban actividad física o que hacían ejercicio aeróbico acuático.
Las mujeres tenían entre 16 y 20 semanas de embarazo, todas con gestaciones de bajo riesgo, y tenían patrones generales similares cuando comenzaron a participar en el estudio.
Treinta y siete mujeres se mantuvieron inactivas en su embarazo. Las otras 34 participaron en 50 minutos de ejercicio aeróbico acuático guiado, tres veces por semana, en una pileta cubierta.
Estas mujeres promediaron las 25 sesiones de actividad aeróbica en el agua durante su embarazo.
Durante el seguimiento, los investigadores no encontraron diferencias importantes entre los grupos en lo referido al aumento de peso o cambios en la grasa corporal. Tampoco hallaron discrepancias en la edad gestacional al nacimiento, parto prematuro o peso y vitalidad del niño al nacer.
Aunque la investigación no logró demostrar beneficios claros en la reducción de la masa grasa en las mujeres que practicaban ejercicio aeróbico, este estudio demuestra claramente la seguridad de la actividad aeróbica acuática, concluyeron Cecatti y sus colegas.
FUENTE: Reproductive Health, febrero del 2009