La mayoría de los casos de infertilidad son causados por problemas con la ovulación. Si una mujer no ovula, no hay óvulo para ser fecundado, y la causa común es el síndrome de ovario poliquístico.
El síndrome de ovario poliquístico es un padecimiento hereditario y es el trastorno hormonal más común de las mujeres en edad reproductiva, afectando a un 5-10 % de todas las mujeres. El síndrome de ovario poliquístico puede causar infertilidad al interferir con el equilibrio hormonal. Del 60 al 70 % de las mujeres con síndrome de ovario poliquístico tienen sobrepeso u obesidad, y se encuentran en mayor riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades del corazón y cáncer de endometrio.
El síntoma distintivo del síndrome de ovario poliquístico es la falta de una menstruación regular, otras manifestaciones son:
- desequilibrios hormonales
- crecimiento excesivo de vello en la cara, espalda, pecho o abdomen
- acné
- adelgazamiento del cabello en la coronilla de la cabeza
- tendencia a acumular la grasa del vientre.
La conexión entre el síndrome de ovario poliquístico y la infertilidad ha sido reconocida por más de 100 años, pero sólo a partir de la década de 1990 los científicos han comenzado a apreciar que el síndrome de ovario poliquístico en la mayoría de las mujeres está relacionado con la resistencia a la insulina, condición que suele desencadenar diabetes tipo 2.
Al igual que las hormonas reproductivas, la insulina es una hormona con una acción de largo alcance. La insulina es producida por el páncreas, y su principal tarea es permitir la entrada de la glucosa a las células después de comer hidratos de carbono (tanto dulces o azúcares añadidos, y carbohidratos de origen natural, como granos, vegetales con almidón, frutas, leche y yogur). La cantidad de carbohidratos consumidos dicta cuánta insulina se segrega para bajar los niveles de glucosa en sangre.
Desde el punto de vista reproductivo, el exceso de insulina circulante también tiene la capacidad de estimular la producción de la hormona masculina testosterona. Son estas las hormonas masculinas que pueden causar el crecimiento antiestético del vello facial, causar estragos en los folículos del pelo en la coronilla de la cabeza (que conduce a la pérdida de cabello de patrón masculino); estimular la inflamación y el acné en la piel, así como los depósitos de grasa en el abdomen.
Debido a que el síndrome de ovario poliquístico es genético, no hay cura, pero es tratable. La adopción de una dieta saludable, hacer ejercicio por lo menos 30 minutos al día y tomar anticonceptivos para regular los ciclos menstruales, ayudan sustancialmente a corregir el problema.