Una misteriosa enfermedad conocida como el síndrome del cabeceo. Esta semana se cumple casi una década desde que se detectó por primera vez, y hasta ahora casi no se ha avanzado en su identificación, tratamiento o contención.
El también llamado síndrome de «asentir con la cabeza» afecta exclusivamente a niños de 5 a 15 años, causándoles un espasmo incontrolable que eventualmente los consume y les provoca la muerte.
Las convulsiones, los exponen a diversos accidentes, como ahogarse o quemarse, que muchas veces terminan siendo la causa principal del fallecimiento. Se cree que son miles los pequeños que la sufren. El Dr. Scott Dowell, médico estadounidense que viajó a Asia para participar en la batalla global contra la gripe aviar, ahora está ayudando a las autoridades de Uganda a combatir el síndrome del cabeceo.
El Dr. Dowell comenta que es frustrante no saber la causa, tenía la esperanza de una respuesta rápida cuando empezó a estudiar la enfermedad en 2009. Al igual que otros trastornos neurológicos, el síndrome sigue siendo un absoluto misterio., podría tomar un tiempo resolverlo.
Inicialmente, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta, en EUA, sospechaba que podía tratarse de una especie de histeria colectiva, poco tiempo después los escáneres cerebrales confirmaron que se trataba de una enfermedad que causa una perceptible atrofia cerebral.
La Organización Mundial de la Salud, UNICEF y el Ministerio de Salud de Uganda están muy involucrados, recientemente un funcionario ugandés en el norte del país, William Oyet, expresó su profunda preocupación debido a que el número de casos va en aumento.
Sin embargo, insiste en que el síndrome del cabeceo ahora se encuentra primero en la lista de las enfermedades misteriosas que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades está estudiando.
A diferencia de la gripe aviar, el síndrome del cabeceo no muestra indicios de contagio de persona a persona, por lo que no se considera que se trate de una amenaza para el resto del mundo.
Los pueblos afectados se enfrentan ahora a un futuro en el que tendrán un gran número de niños con discapacidad, lo que representa un importante costo para las familias y las comunidades.