El papel moneda de todo el mundo está contaminado con BPA

La mayoría de los billetes que circulan en todo el mundo están contamnados por BPA ( Bisfenol A) proveniente del papel térmico de las cajas registradoras.

El papel moneda de todo el mundo está contaminado con la sustancia química potencialmente tóxica bisfenol A (BPA), según un estudio reciente realizado por los Dres. Kurunthachalam Kannan y Chunyang Liao, del Centro Wadsworth del Departamento de Salud del Estado de Nueva York.

El BPA se usa para fabricar algunos plásticos y productos del consumidor, como botellas de agua, aparatos electrónicos para el hogar y equipos para deporte. La investigación sugiere que el BPA es un disruptor endocrino, lo que significa que funciona como la hormona estrógeno, y podría estar relacionado con una variedad de problemas de salud.

Investigadores analizaron 156 unidades de papel moneda de 21 países, y hallaron que todos los billetes contenían rastros de BPA. El papel moneda de Brasil, la República Checa y Australia tenían los niveles más elevados de BPA, mientras que los billetes de Filipinas, Tailandia y Vietnam tenían los niveles más bajos. Los billetes de EE. UU. tenían niveles promedio, dijeron los autores del estudio en un comunicado de la Sociedad Americana de Química (American Chemical Society).

El papel térmico usado para los recibos de las cajas registradoras es la fuente más probable de la contaminación del dinero con BPA, según los investigadores del Departamento de Ciencias Ambientales de la Salud de la Facultad de salud pública de la Universidad Estatal de Nueva York, en Albany. El papel térmico recibe ese nombre porque contiene un compuesto que cambia de color al ser expuesto al calor.

Los investigadores también anotaron que aunque las cantidades de BPA en el papel moneda son superiores a las que se encuentran en el polvo de las casas, la ingesta humana de esta sustancia química a través del papel moneda es por lo menos diez veces más baja que la ingesta a través del polvo de la casa.

El informe aparece en la revista Environmental Science & Technology.

Fuente: American Chemical Society

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