Son muchos los factores a los que están expuestas nuestras emociones y sentimientos. El ambiente en el que nos desarrollamos nos invita siempre a pensar que somos dueños de lo que sentimos, sin embargo, a medida que vamos creciendo y enfrentando obstáculos nos sentimos más vulnerables y temerosos de aquellas emociones que nos hacen desfallecer.
En términos generales no es sino la forma en la que proyectamos nuestras fortalezas y debilidades lo que nos lleva a tener puntos ciegos en nuestra autoestima y somos nosotros mismos los que nos cerramos las puertas ante un conflicto. Hay que tomar conciencia de que las emociones y los sentimientos son reacciones que se producen a nivel físico como consecuencia de nuestros procesos mentales. Es esencial convencerse de que las emociones y sentimientos son exclusivamente de nuestra competencia.
Como cualquier concepto y conocimiento que queremos adquirir, el ejercicio es lo único que puede fortalecernos, esto es; debemos siempre estar conscientes de que sólo nosotros decidimos qué pensar. Uno de los principales problemas que surgen de la falta de control de las emociones, radica en el agotamiento que, a nivel físico y mental deriva en situaciones que se escapan de nuestro control, provocando problemas aún mayores por enfocarnos de una manera negativa o equivocada. Partimos de la base de que las emociones y sentimientos no aparecen de forma espontánea, sino que son provocados por sucesos a los que nos vemos expuestos en la vida diaria y que nos hacen reaccionar, en ocasiones, de manera impulsiva.
Nada puede asegurarnos que, cambiando de actitud, nuestra vida vaya a estar exenta de obstáculos, pero si sabemos que una actitud positiva ayuda a esquivarlos con mayor facilidad y, lo que es más importante, ayuda a encontrar soluciones que, en un estado alterado por las emociones y sentimientos negativos, no podemos ver.
Son muchas las personas que piensan que los sentimientos se producen sin que nada los provoque, esto es un error, las noticias y sucesos, son simplemente parte de la vida, ahora bien, evitar los problemas no nos ayuda a ser más positivos. No podemos evitar que sucesos negativos ocurran en nuestro entorno, pero si podemos controlar la manera en que les hacemos frente. No es fácil enfrentar el desafío. La capacidad para mantenerse enfocado, o lo que se conoce como el control de los sentimientos y las emociones radica en el hecho de asumir el esfuerzo constante de mantener una energía positiva, de no dejarse abatir y de tener la certeza de que, si bien siempre ha sido a través del aumento de la adrenalina, y la posición de ataque/huida es que los seres humanos hemos evitado los conflictos, es también una realidad que el ataque/huída ante sucesos extraordinarios, puede ser más un enemigo que un aliado de nuestro crecimiento personal, y esta superación requiere altas dosis de esfuerzo y trabajo consciente para canalizar nuestros sentimientos, pues los beneficios son enormes para nosotros y para nuestro entorno familiar, social y laboral.