Se sabe que las vacaciones tienen un impacto beneficioso en la salud y por eso solemos regresar a la oficina renovados, saludables y con mucha energía. De hecho, los estudios científicos realizados por la Dra. Jessica de Bloom, investigadora de psicología de la salud de la Universidad de Radboud en Holanda, muestran que el descanso de la rutina diaria es esencial para la buena salud física y emocional.
Pero el bienestar con el que regresamos de una vacación comienza a desvanecerse a la primera semana. Y dos semanas después nos sentiremos tan cansados como antes de haber apagado la computadora y empacado las maletas.
La Dra. Jessica de Bloom, llevó un registro de salud de 96 empleados holandeses antes, durante sus vacaciones y a lo largo de varias semanas después de que regresaron a trabajar.
El estudio siguió por siete semanas un control de cinco indicadores en los trabajadores: estado de salud, estado de ánimo, tensión, nivel de energía y satisfacción. Los empleados, regresaron renovados. Pero la mayoría de los beneficios que obtuvieron durante su descanso comenzaron a desaparecer durante la primera semana en la oficina.
La salud y bienestar de los participantes mejoró durante las vacaciones. Ciertamente los estudios revelan que el descanso del «yugo diario» es importante y nos beneficia física y mentalmente. Y como los beneficios, cuando regresamos a nuestra vida normal, parecen tener corta duración esto sugiere que deberíamos tener más descansos aunque sean más cortos, en lugar de un solo descanso más largo.
Y el efecto de más larga duración, el mayor nivel de energía, había desaparecido por completo después de dos semanas.
Los individuos que participaron en este estudio habían tenido un descanso de en promedio nueve días de duración. Como hay muy pocos estudios en este campo, no se sabe si la duración de las vacaciones puede tener un impacto diferente en la duración del bienestar obtenido.
Tampoco se sabe si el lugar o la forma como viajamos pueden tener un efecto distinto en la salud. Lo que sí han demostrado los estudios es que cualquier descanso de la rutina de la vida diaria, por pequeño que sea, puede ofrecer beneficios importantes para la salud, principalmente el estado emocional del individuo.
Los investigadores creen que quizás un factor que sí está directamente relacionado a la duración del bienestar ganado en las vacaciones, es la cantidad de trabajo que nos espera al volver a la oficina.
Y quizás, dicen, si se puede evitar esta acumulación de trabajo, se podrá alargar el bienestar del descanso.
La rápida desaparición de los beneficios de las vacaciones quizás es algo desmoralizador. Pero afortunadamente han surgido estudios que ofrecen claves sobre cómo prolongar estos beneficios y evitar su rápida desaparición.
Por ejemplo, podemos dedicar un tiempo específico a relajarnos una vez que regresamos de vacaciones y obviamente lo mejor es tratar de evitar una enorme pila de trabajo acumulado.
La gente a menudo se siente más sana cuando regresa de vacaciones. Y se ha demostrado que las vacaciones incrementan la creatividad. A largo plazo, hay estudios que muestran que la gente que toma más vacaciones tiende a vivir más.
La respuesta, señala el experto, es que la gente conozca lo que es mejor para sí misma. Y quizás tomar vacaciones más cortas pero más numerosas.
Si para una persona viajar es estresante, lo mejor es que considere quedarse en casa o cerca de su casa.