Dudas de la efectividad de zapatos para bajar de peso

La tendencia de los zapatos que ayudan a modelar y tonificar la figura son todo un boom.

En muchos países ha surgido una locura por las llamadas fitflops, unas sandalias o chancletas deportivas que prometen ayudar a la gente bajar de peso y fortalecer los músculos.

Hay tanta demanda por este calzado que una famosa cadena de tiendas anunció que lanzará su propia marca de fitflops.

Por lo que dice su publicidad, se pensaría que son artículos extraordinarios: un calzado que comenzó como una humilde chancleta de playa que fue rediseñada con una suela especial que ayuda a fortalecer y dar forma a tus piernas y tu trasero con cada paso que das.

La versión original, llamada FitFlop, fue lanzada en junio de 2007 y ha vendido más de 10 millones de pares en el mundo.

La mayoría de las compañías de calzado deportivo, ya introdujeron el calzado a sus líneas de productos. Según los fabricantes, las sandalias están diseñadas para desestabilizar ligeramente al pié y forzar a las piernas a trabajar más, comprometiendo a los músculos durante periodos más largos en cada paso.

Es una especie de «gimnasio en un zapato». Pero muchos expertos ponen en duda la eficacia de estos zapatos.

La compañía que creó los FitFlops presenta su propia investigación, la que sugiere que las chancletas ayudar a incrementar hasta en 30% la actividad muscular de la pierna y el trasero, absorbiendo el impacto hasta 22% más que un calzado normal, y que también ayuda a las articulaciones.

El estudio, fue llevado a cabo en la Universidad de Salford, Inglaterra, y sólo incluyó a 20 mujeres.

La compañía acompaña la investigación, con testimonios  de 100 clientes satisfechos.

La cadena de tiendas británicas, Marks and Spencer, que planea producir su propia línea de fitflops, afirma que su diseño está basado en una investigación independiente realizada por el Dr. Stefan Grau, experto en biomecánica de la Universidad de Turbingen, Alemania, una de las principales universidades europeas en ciencias deportivas.

El estudio del Dr. Grau no fue llevado a cabo específicamente para la empresa, pero el experto está dando su apoyo al nuevo producto. Según el científico, al caminar descalzo el pie puede balancearse más que con un zapato, de forma que al poder utilizar un calzado que estimule este balanceo el pie se flexiona más y a la vez trabaja más fuerte e incrementa la actividad muscular.

Si se usan para lograr lindas caderas y trasero o fortalecer los músculos, se están usando por las razones equivocadas. Es mejor ponerse unos zapatos deportivos y salir a dar una larga caminata o subirse a la bicicleta. Así tendremos más probabilidades de fortalecernos en un período corto

En el estudio del Dr. Grau participaron 600 individuos. Las fitflops tienen una suela un poco más elevada que puede absorber el impacto, explica Michael O’Neill, podólogo del Hospital St Margaret en Windsor, Inglaterra, y portavoz de la Sociedad de Pedicuros y Podólogos del Reino Unido, y comenta que, todas las  chancletas fitflops son buenas, pero que lo mejor es usar el calzado deportivo tradicional.

El experto indica además que las personas que tienen algún trastorno en el pie, como pie plano, deben evitar usar estas chancletas, Cuando el movimiento excesivo en el pie medio no se controla la persona puede sufrir lesiones en el tejido o el talón o dolor en la pantorrilla.

Hasta ahora los expertos dicen  no conocer a nadie que diga:  «gracias a este calzado tengo un trasero hermoso o piernas maravillosas».

En el aspecto visual, al ser zapatos tan gruesos, te hacen ver mucho más pesada en los pies lo cual realmente desequilibra toda la apariencia de tu figura.


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