Disfunción del oído interno puede causar TDAH

El oído interno transmite los impulsos nerviosos hasta el cerebro, el cerebro los identifica como sonidos


Un estudio dirigido por el Dr. Jean Hebert, profesor del Albert Einstein College of Medicine, en Nueva York, EUA, realizado en ratones revela que algunos defectos del oído interno podrían modificar áreas del cerebro que regulan el movimiento, lo que desencadena hiperactividad.

Los resultados sugieren que esos cambios neurológicos también causarían problemas de conducta en los seres humanos, comenta el Dr. Hebert, quien añade que se concentraron en la hiperactividad, pero sospechan que es algo más general.

Los trastornos de conducta, incluida la hiperactividad, son comunes en las personas con disfunciones graves del oído interno, los resultados del estudio se publicaron en la revista Science.

Los autores realizaron una serie de experimentos con ratones orientados al gen Slc12a2, que también poseen los humanos. En los ratones del laboratorio surgió espontáneamente un grupo de ratones mutados sin el gen Slc12a2, algunos ratones se movían casi continuamente y además, tenían defectos cocleares y vestibulares graves.

El equipo analizó si los trastornos del oído interno de los animales podrían atribuirse a una mutación del gen Slc12a2, que codifica un cotransportador de sodio-potasio-cloro y se expresa en el oído interno, el sistema nervioso central y otros tejidos.

El equipo eliminó selectivamente el gen Slc12a2 del oído interno, el sistema nervioso central completo o las áreas del cerebro que controlan el movimiento de ratones saludables. Sólo los ratones sin el gen en el oído interno se volvieron hiperactivos.

También se detectaron niveles elevados de dos proteínas (pCREB y pERK) en el núcleo accumbens de los animales con disfunción del oído interno. La administración local del inhibidor de la pERK SL327 redujo la hiperactividad. Los resultados sugieren que una causa neurobiológica favorece la alta incidencia de los trastornos conductuales asociados con la disfunción del oído interno en niños y adolescentes.

El equipo también está investigando otras hipótesis, por ejemplo, si los sistemas auditivo o vestibular del oído, o ambos, provocan las alteraciones cerebrales, cuán grave debería ser la lesión del oído interno para producir esas modificaciones y si las consecuencias serían las mismas cuando el daño ocurre en una etapa más avanzada del desarrollo.

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