El tiempo medio de sueño se ha reducido en el último siglo en un 20%por ciento, es decir, casi dos horas diarias. Según el Dr. Alberto Costa da Silva, de la Universidad de Nueva York, esta disminución se debe al estrés originado por el actual ritmo de vida y al gran cambio de costumbres.
Es por ello que la Organización Mundial de la Salud, junto con la Federación Mundial de Sociedades de Investigación del Sueño han decidido designar como Día Internacional del Sueño cada 14 de marzo a partir del año 2001. El insomnio es la patología más frecuente relacionada con los trastornos del sueño y afecta entre un 20 y un 30% de la población adulta. De éstos, un 10% sufre la enfermedad de forma severa, siendo una de las afectaciones que más consultas atiende en la tención primaria.
El objetivo del Día Internacional del Sueño es concientizar a la población y a los profesionales médicos de que los trastornos del sueño son un problema de salud pública que debe ser tratado, dadas las importantes consecuencias que tiene para la vida de los insomnes. Algunas de las consecuencias más comunes de la falta de sueño son la irritabilidad, la falta de concentración, problemas para memorizar e incluso depresión. Es una de las causas de ausentismo laboral más usuales y está implicado en muchos accidentes de trabajo. Se calcula que el 30% de los accidentes de tráfico se pueden atribuir a un problema de sueño.