Al conmemorar el Día Internacional de la Mujer, se alienta al sector salud a redoblar esfuerzos en la prevención, identificación y atención de las mujeres que sufren violencia en cualquiera de sus formas.Bajo el lema “Igualdad para las mujeres, progreso para todos”, este año el Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo, busca reforzar el compromiso de la comunidad internacional para evitar este abuso.
La violencia contra la mujer es un problema de salud pública y una violación a los derechos de la mujer, y el sector de la salud tiene un papel clave en romper ese ciclo de violencia. Los servicios de salud y el personal sanitario pueden identificar cualquier abuso por anticipado y dar una respuesta de calidad y confidencial, capaz de reducir daños y de ayudar al acceso de los servicios necesarios para una vida libre de violencia. También podemos contribuir a la prevención con estrategias de educación para la salud durante el ciclo de vida que promuevan la igualdad de género, respetando las necesidades diferenciadas de mujeres y hombres.
Un informe publicado en colaboración con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EUA, muestra que en 12 países de América Latina y el Caribe, entre el 17% y 53% de las mujeres entrevistadas reportaron haber sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas. En siete de esos países, al menos una de cada cuatro reportó haber sufrido este tipo de violencia.
Además de identificar a las mujeres con riesgo de sufrir violencia, los servicios de salud deben proveer atención de emergencia en estos casos y ayudar a que las mujeres y niñas tengan acceso a servicios de ayuda y protección, en colaboración con otros sectores, como por ejemplo el judicial. Mejorar la calidad de los servicios de salud sexual y reproductiva también contribuye a detectar posibles víctimas de violencia, asesorándolas en temas relacionados con la prevención del VIH y la planificación familiar.