La ruptura de matrimonio o una relación sentimental significativa nunca es fácil, independientemente quién haya tomado la decisión o quién haya tenido la culpa. El terminar una relación importante voltea la vida de cabeza y desencadena una serie de sentimientos dolorosos.
Pero mucho es lo que se puede hacer para sobreponerse a un divorcio y hasta se puede tomar la experiencia como un aprendizaje y ser una persona más fuerte y lista.
Un divorcio, aún cuando la relación era mala, es sumamente doloroso porque representa una pérdida, no solo de la relación, sino de los sueños y los compromisos adquiridos. Las relaciones románticas suelen iniciar con grandes expectativas hacia el futuro y cuando fracasan se experimenta una decepción profunda, estrés y duelo.
Un divorcio siempre deja a la persona en un terreno de incertidumbre… Todo se ve alterado: la rutina, las responsabilidades, el hogar y las relaciones familiares y sociales. La ruptura de una relación sentimental importante siempre genera interrogantes sobre cómo será la vida sin la pareja, si se encontrará a otra persona o se quedará uno solo y muchas veces estos temores resultan peores que una relación infeliz.
Recuperarse de una ruptura o divorcio es difícil, sin embargo es importante saber (y tenerlo siempre en mente) que es posible y que hay que seguir adelante. Aunque toma tiempo y hay que ser paciente, se logra superar un divorcio.
Es necesario pasar por un periodo de duelo. Toda pérdida conlleva un duelo y hay que vivirlo. El dolor que se experimenta durante el duelo es justamente lo que ayuda a dejar atrás la relación anterior y seguir adelante. Además hay que tener en mente que por más fuerte y doloroso que sea el duelo, no dura para siempre.
A continuación, algunos consejos para sufrir menos en el duelo después de un divorcio:
.- No pelear contra los sentimientos porque tratar de suprimirlos o ignorarlos solo prolonga el proceso de duelo. Es necesario reconocer los sentimientos dolorosos: es normal experimentar tristeza, enojo, cansancio, frustración, confusión y ansiedad. Hay que aceptar estas reacciones y recordar que van a disminuir con el paso del tiempo. Aún cuando el matrimonio no era sano, el camino a lo desconocido es aterrador. Hay que darse la oportunidad de sentirse mal por un tiempo. Es posible no tener el mismo nivel de productividad ni de atención hacia los demás por un período y hay que aceptarlo.
.- Hablar acerca de los que se siente. Aunque resulte difícil externar los sentimientos, el compartirlos con seres queridos ayuda a no sentirse solo. Escribir un diario puede ser útil para externar los sentimientos. También se puede acudir a grupos de apoyo donde las personas intercambian experiencias similares. El aislarse solamente incrementa el nivel de estrés, la sensación de soledad y la tristeza.
.- Hay que recordar que seguir adelante es la meta. Es útil externar los sentimientos pero no hay que estancarse en las sensaciones negativas y analizar demasiado la situación. El estancarse en sentimientos dolorosos como la culpa, el enojo y el resentimiento, quita energía y evita tanto el proceso de recuperación como el seguir adelante.
.- Tener en mente que se tiene un futuro. Cuando uno se compromete con una persona, crea esperanzas y sueños que es difícil dejar ir. Durante el duelo hay que tener siempre en mente que pronto vendrán nuevos sueños y esperanzas que van a reemplazar a los antiguos.
.- Poder diferenciar entre tristeza y depresión. EL duelo después de un divorcio o la ruptura de una relación sentimental fuerte puede ser paralizante, pero después de un tiempo, va pasando. Muy lentamente, poco a poco, día a día, comienza uno a salir adelante. Pero es importante destacar que si después de meses de la ruptura no se nota un avance, se puede estar sufriendo de depresión, una enfermedad que requiere tratamiento. Es normal tener recaídas de tristeza, pero con el tiempo serán cada vez más escasas y más fáciles de superar.
El atenderse a uno es fundamental para conservar la autoestima:
.- Hay que consentirse haciendo actividades que, por más que uno se sienta triste, resultan agradables como caminar o hacer ejercicio en la naturaleza, escuchar música, tomar un baño de tina caliente, una clase de yoga o leer un libro que resulte de interés.
.- Apegarse a una rutina nueva. Un divorcio o la ruptura de una relación sentimental generan caos en la vida y los sentimientos; crear una rutina y apegarse a ella brinda tranquilidad y estructura, ambos necesarios para superar un divorcio.
.- Esperar un tiempo antes de tomar decisiones importantes ayuda a ser menos intempestivo y reduce el riesgo de arrepentimiento posterior. Antes de decidir cambiar de trabajo o de ciudad, hay que esperar que el dolor inicial disminuya para tener mayor sensatez.
.- Hay que explorar nuevos intereses. Un divorcio o separación es un final, pero también el comienzo de una nueva vida. Hay que darse la oportunidad de explorar nuevos intereses y actividades que permitan divertirse y distraerse, en lugar de seguir recordando el pasado.
.- Las elecciones saludables en materia de alimentación, sueño y ejercicio son fundamentales para sentirse bien. La mejor forma de salir adelante es con una alimentación balanceada, creando una rutina deportiva y procurando dormir lo mejor posible. Recordemos que el ejercicio promueve la liberación de endorfinas que generan una sensación placentera por más tristes que estemos.
Hay que tomar la experiencia del divorcio como un aprendizaje. Atravesar por una crisis emocional da paso a un gran crecimiento interior: uno conoce mejor sus reacciones y los sentimientos que es capaz de experimentar. Ese valioso aprendizaje debe emplearse para decisiones posteriores en la vida y muy en especial cuando llegue la hora de escoger una nueva pareja.
