En México, los alumnos de nivel superior fuman en promedio de cinco a siete cigarros cada 24 horas en días de clases, pero el fin de semana el consumo sube hasta 30 tabacos, según estimaciones de la Clínica contra el Tabaquismo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sábado y domingo combinan el consumo de cigarro con el del alcohol. En fiestas, eventos deportivos, conciertos o salidas a los antros tienden a combinar las únicas drogas legales en México. Una copa les invita un tabaco, éste otra copa y así sucesivamente, por lo que en esos dos días fuman más de lo que consumen en la semana hábil, explica la Dra. Guadalupe Ponciano Rodríguez, coordinadora de la Clínica contra el Tabaquismo de la UNAM.
De acuerdo con diferentes estudios y análisis académicos recientes, la Dra. Ponciano Rodríguez señala que es en la etapa universitaria cuando los jóvenes se hacen adictos a la nicotina. Algunos jóvenes empiezan a fumar en el primer semestre, y los que fumaban en el bachillerato aumentan su consumo en la universidad.
La institución en la que estudian no determina la tendencia al consumo, ya sean de universidades públicas o privadas, el patrón de conducta es similar: los alumnos tienden a fumar más cuando cursan una carrera profesional sin importar dónde estudien.
Para la Dra. Ponciano es contradictorio que entre los universitarios aumente el consumo del cigarro cuando se habla de que serán los futuros profesionistas y quienes saben más del daño que causa el tabaquismo. En la universidad definen a qué se van a dedicar, qué quieren ser, donde quieren trabajar, pero descuidan su salud. En otros países entre mayor es el grado de educación, la prevalencia se reduce, cosa que desafortunadamente no ocurre en México.
En el análisis de la prevalencia y nivel de adicción en dicha institución, los académicos hallaron que los jóvenes de las facultades de artes y medicina son los que más fuman y le siguen los de humanidades e ingenierías. En ese trabajo también revelaron que 25.8% de los alumnos presentó adicción leve; 41.6%, moderada y sólo 1.4% presentó dependencia severa.
Por cada cigarro que fuma una mujer, es como si consumiera dos, es decir, que en el sexo femenino se duplica el riesgo de padecer cáncer ligado al tabaquismo en comparación con los hombres, según estudios presentados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha detectado que la fisiología de las mujeres las hace más susceptibles a determinados efectos de la adicción al tabaco, sobre todo, en la producción de cáncer.
Lo preocupante, es que las jóvenes universitarias fuman igual que los varones y en la misma cantidad, a diferencia de la proporción a escala nacional en la que por cada mujer hay 2.5 hombres fumadores. .
Desde el punto de vista de salud pública, esa prevalencia en mujeres universitarias puede desencadenar en el futuro un número elevado de adultas maduras con problemas de salud asociados al consumo del cigarro.
Actualmente se estima que 14 millones de mexicanos son fumadores activos, quienes consumen, en promedio, siete cigarrillos al día.