Investigadores han descubierto cambios bioquímicos en el cerebro de personas sanas que podrían ser una pista sobre el posterior desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, según un estudio publicado en Neurology, que es la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
El estudio a cargo del Dr. Kejal Kantarci, profesor de la Mayo Clinic en Rochester, Minnesota analizó imágenes cerebrales de 311 personas de entre 70 y 80 años sin problemas cognitivos, procedentes del ‘Mayo Clinic Study of Aging’, mediante espectroscopia de resonancia magnética para observar los cambios metabólicos. Otra de las técnicas empleadas fue la tomografía por emisión de positrones (PET) para evaluar el nivel de los depósitos de beta-amiloide, o placas, en el cerebro, que son uno de los primeros signos de cambios provocados por la enfermedad de Alzheimer. A los participantes se les realizaron pruebas de memoria, lenguaje y otras habilidades.
La enfermedad de Alzheimer se asocia con cambios en el cerebro que comienzan muchos años antes de desarrollar los síntomas, si éstos síntomas se pueden identificar en las personas con riesgo, se podrán desarrollar nuevos tratamientos para prevenir o retrasar el inicio de la pérdida de memoria y capacidad cognitiva.
El estudio mostró que el 33 % de los participantes tenían niveles significativamente más altos de los depósitos de beta-amiloide en el cerebro. Además, las personas con altos niveles de colina y creatina fueron más propensas a tener puntuaciones más bajas en varias de las pruebas cognitivas.
Esta relación entre los depósitos de beta-amiloide y los cambios metabólicos en el cerebro son la prueba de que algunas de estas personas pueden estar en las primeras etapas de la enfermedad.