Una prueba en sangre, junto con la presentación clínica puede predecir el riesgo de muerte por sepsis, inclusive en el momento de llegar al departamento de urgencias, según un nuevo estudio dirigido por el Dr. Stephen Kingsmore y el equipo de investigadores del Centro Nacional de Recursos del Genoma de los EUA, y el Hospital Infantil de la Misericordia, realizaron un estudio que examinó las características clínicas y los metabolitos en plasma de 1.152 pacientes (con y sin sepsis adquirida en la comunidad), a su llegada a las salas de emergencia de los hospitales y 24 horas más tarde.
Los investigadores encontraron que los componentes del metaboloma y el proteoma de los pacientes que en última instancia morían, diferían notablemente de los de los pacientes que sobrevivían.
Con base en los datos de supervivencia a la sepsis, los investigadores desarrollaron un algoritmo utilizando cinco metabolitos: cis-4-decenoilcarnitina, 2 – metilbutiroilcarnitina, butirilcarnitina, hexanoilcarnitina, y lactato, además de la edad y el nivel de hematocrito. El algoritmo fue capaz de predecir la supervivencia del paciente con un 85% de exactitud, superando a los métodos de pronóstico actuales. El estudio fue publicado en la revista Science Translational Medicine.
Las diferencias en las proteínas y metabolitos agrupados alrededor del transporte de ácidos grasos y la b-oxidación, la gluconeogénesis y el ciclo del ácido cítrico, sugieren que los pacientes que sobrevivieron fueron más capaces de movilizar y utilizar el catabolismo, productor de energía, de los ácidos grasos.
La sepsis se caracteriza por un estado de inflamación en todo el cuerpo causado por la respuesta del sistema inmunológico a una infección grave, con mayor frecuencia las bacterias, pero también hongos, virus y parásitos en la sangre, las vías urinarias, los pulmones, la piel u otros tejidos. Los síntomas comunes de la septicemia incluyen aquellos relacionados con una infección específica, pero por lo general se acompañan de fiebre alta, piel enrojecida, caliente, ritmo cardíaco elevado, hiperventilación, estado mental alterado, hinchazón y presión arterial baja. La sepsis causa millones de muertes en el mundo, cada año.