Un nuevo estudio revela la posibilidad de tratar la llamada anosmia congénita, una enfermedad en la cual la persona nace sin olfato.
El tratamiento fue probado con ratones que nacieron con dicha enfermedad genética, que afecta las vellosidades microscópicas del organismo, llamados cilios, que se encargan de detectar los compuestos químicos en el aire.
El hallazgo del Dr. Jeffrey Martens, profesor de farmacología de la Universidad de Michigan y su grupo de investigadores, fue publicado en la revista Nature Medicine, y puede conducir a tratamientos para todas las enfermedades causadas por problemas en los cilios, capaces de provocar ceguera, sordera y enfermedad renal.
Los cilios son estructuras similares a vellosidades que se encuentran dentro de muchos tipos de células, cuando su función se deteriora se producen las llamadas ciliopatías, que provocan incapacidad grave.
Una de éstas es la anosmia congénita, que genera la inhabilidad permanente para oler, la nueva investigación, utilizó a ratones nacidos con una mutación en el gen Ift88 la cual significaba que los animales tenían problemas para producir cilios y no podían detectar olores.
Los científicos crearon un virus capaz de infectar las células con una versión funcional del gen Ift88, el virus fue inyectado en la nariz de los ratones durante tres días consecutivos y esto logró restaurar los cilios y el sentido del olfato de los animales.
El uso de terapia genética en un modelo de ratones con disfunción de los cilios, permitió rescatar y restaurar la función olfatoria, explica el Dr. Martens.
Esencialmente, entrenaron a las neuronas que se encargan de transmitir el sentido del olfato para que volvieran a producir los cilios que habían perdido. El investigador subraya que todavía hará falta llevar a cabo más investigaciones para poder contar con un tratamiento para humanos.
Se espera poder contar con una terapia para la gente que ha perdido el sentido del olfato debido a este trastorno genético. En este estudio los ratones lograron posteriormente usar el olfato para detectar alimentos.
Estos resultados pueden conducir a una de las primeras opciones terapéuticas para tratar a la gente con anosmia congénita, también se espera que el hallazgo conduzca a nuevos enfoques terapéuticos para tratar enfermedades que involucran la disfunción de los cilios en otros sistemas orgánicos, muchos de los cuales pueden ser fatales si no se les atiende. Mucha gente pierde la capacidad de oler debido a la edad avanzada, una lesión en la cabeza o problemas de sinusitis crónica.