Dermatomiositis

La dermatomiositis es una enfermedad del tejido conectivo, caracterizado por inflamación de los músculos y de la piel

La dermatomiositis, es  una enfermedad muscular muscular y cutánea. Está caracterizada por inflamación y erupción en la piel.

La causa de la dermatomiositis se desconoce. Los médicos piensan que puede deberse a una infección viral de los músculos o a un problema con el sistema inmunitario del cuerpo. Además, puede ocurrir algunas veces en pacientes que tienen cáncer.

Cualquier persona puede desarrollar dermatomiositis. Sin embargo, es más común en niños entre los 5 y los 15 años, y adultos entre 40 y 60 años. Las mujeres la presentan con mayor frecuencia que los hombres.

La polimiositis es una afección similar, pero los síntomas se presentan sin una erupción cutánea.

Síntomas

Los síntomas más comunes de dermatomiositis son:  dificultad para deglutir, dolor, rigidez y debilidad muscular. También puede haber párpados superiores de color púrpura o violeta, erupción cutánea de color rojo púrpura y dificultad respiratoria.

La debilidad muscular puede aparecer de manera súbita o desarrollarse lentamente en cuestión de semanas o meses. La erupción puede aparecer en la cara, los nudillos, el cuello, los hombros, la parte superior del tórax y la espalda.

Diagnóstico de dermatomiositis

Los exámenes para detectar la enfermedad pueden ser:

•Pruebas de sangre para verificar los niveles de creatinfosfocinasa y aldolasa
•ECG
•Electromiografía
•Resonancia magnética (IRM)
•Biopsia del músculo

Tratamiento

La dermatomiositis se trata con medicamentos antinflamatorios, llamados corticosteroides, y medicamentos que inhiben el sistema inmunitario.

Si la afección está asociada con un tumor, la debilidad muscular y la erupción pueden mejorar cuando el tumor es extirpado. Algunas personas se pueden recuperar y hacer que los síntomas desparezcan por completo.

La muerte se puede presentar como resultado de debilidad muscular prolongada y severa, desnutrición, neumonía o insuficiencia pulmonar. Las mayores causas de muerte son el cáncer (neoplasia maligna) y la enfermedad pulmonar.

Las complicaciones más comunes son: Insuficiencia renal aguda, cáncer (neoplasia maligna), inflamación del corazón, dolor articular, enfermedad pulmonar.

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