El daño en el tejido que protege las articulaciones ocurre incluso antes de que las personas sientan dolor, muestra una investigación realizada por Alan Grodzinsky, Director, Center for Biomedical Engineering Professor of Biological, Electrical, and Mechanical Engineering del Instituto de Tecnología de Massachusetts.
El daño en el cartílago relacionado con el ejercicio puede ayudar a identificar a las personas con las etapas más tempranas de osteoartritis, los hallazgos del estudio pueden mejorar la detección temprana de la dolorosa enfermedad articular, y también podrán usarse para mejorar los métodos de reparar el cartílago.
Para realizar el estudio, los investigadores desarrollaron un método que identifica los cambios relacionados con la osteoartritis que ocurren en el cartílago en respuesta a actividades de alto impacto como correr y saltar. El cartílago es un tejido firme y gomoso que protege a los huesos y evita que se froten entre sí, cuando se comienza a desarrollar la osteoartritis, la capacidad del cartílago de resistir los impactos relacionados con la actividad física se reduce, se sabe que esto se debe a la pérdida de unas moléculas llamadas glicosaminoglicanos.
Usando un nuevo sistema, los investigadores hallaron que el cartílago pobre en glicosaminoglicanos pierde su capacidad de endurecerse bajo las presiones de las actividades de alto impacto. La pérdida de los glicosaminoglicanos también provocó un aumento en el agotamiento de los fluidos del cartílago, lo que probablemente reduce la protección contra las actividades de alto impacto.
Los hallazgos muestran cómo la pérdida de los glicosaminoglicanos en las primeras etapas de la enfermedad reduce la capacidad de este tejido de aguantar las actividades de alto impacto, los resultados del estudio fueron publicados en la revista Biophysical Journal.
El hallazgo sugiere que las personas con una degradación temprana del cartílago, incluso antes de que esos cambios se sientan como dolor, deben tener cuidado con las actividades dinámicas como correr o saltar, la osteoartritis afecta a alrededor de un tercio de los adultos mayores, y es el tipo más común de trastornos de las articulaciones.
Fuente: Biophysical Journal