Cuando la esposa no puede dormir, el matrimonio puede sufrir

Las mujeres que tienen trastornos del sueño sueles volverse irritables y dañar la relación de pareja.

Cuando las esposas no pueden dormir, esto tiende a desatar tensiones matrimoniales al día siguiente, sugiere un estudio reciente, mientras que los problemas de sueño del esposo apenas tienen un impacto sobre las relaciones de la pareja.

Investigadores evaluaron los patrones de sueño de 35 parejas casadas, jóvenes y saludables, durante diez noches, usando sensores no invasivos que monitoreaban los ciclos de descanso y actividad. Las esposas que tenían dificultades para dormir provocaban significativamente más interacciones conyugales negativas al día siguiente.

Los hallazgos sugieren que la incapacidad prolongada de dormir de la esposa predice las interacciones conyugales tanto de ella misma como de su esposo. Éstas tienden a ser más negativas, señala la Dra.  Wendy Troxel, profesora de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, quien encabezó el estudio.

La Dra.Troxel dijo que las parejas, que eran mayormente profesionales blancos con una edad promedio de 32 años, usaron diarios electrónicos para proporcionar evaluaciones sobre sus interacciones conyugales, apuntando si eran negativas, como ser ignorado o criticado, o positivas, como ser atendido y respaldado. Los resultados fueron independientes de los síntomas de depresión.

Para las mujeres que tenían problemas para dormir, las interacciones conyugales se volvieron sustancialmente más negativas que positivas en ambos cónyuges. Al contrario, cuando los esposos dormían mal, hubo poca diferencia en cómo se relacionaba la pareja al día siguiente.

Por lo general, las mujeres son más expresivas y tienden a marcar el clima emocional de la relación de pareja, explica la Dra. Troxel. Las esposas que no pueden dormir son más propensas a expresar estrés, a estar irritables y a verbalizar sus sentimientos.

Los hombres son más propensos a reprimir sus sentimientos o a no estar conscientes o sintonizados con el clima de cambio que ocurre.

Aunque la incapacidad de dormir de la esposa podría agitar los sentimientos negativos en un matrimonio, otros problemas de la relación también pueden resultar en insomnio, en vigilia esporádica durante la noche, y un sueño profundo inadecuado; es un proceso cíclico que puede afectar a las parejas y ponerlas en caminos negativos en cuanto a su salud mental y bienestar. Los trastornos del sueño deben abordarse desde la clínica y quizás, si la pareja tiene problemas, iniciar terapia matrimonial.

Cuando un médico valida una queja de sueño, es importante que el cónyuge también acuda a la consulta para averiguar en qué forma, la falta de sueño de su pareja, le afecta como persona, influye en su estado de ánimo o impacta la relación.

Intuitivamente, esto tiene sentido en que no se funciona al mejor nivel cuando falta sueño, pero hay sorprendentemente pocos datos sobre cómo esto afecta las relaciones matrimoniales.

Fuente: University of Pittsburgh School of Medicine.


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