Resulta fundamental identificar la intención suicida en las personas con un mayor riesgo. La aportación más importante del estudio es el desarrollo de un índice internacional de riesgo para estimar la probabilidad de pasar de la idea a cualquiera de los siguientes comportamientos: plan o intento de suicidio explica el Dr. Jordi Alonso, jefe del Grupo de Investigación en Servicios Sanitarios del Instituto Municipal de Investigación Médica.
Los datos del trabajo, provienen de la encuesta realizada por la Organización Mundial de la Salud. El Estudio Mundial de Salud Mental, en el que 108.705 adultos de 21 países respondieron a la Entrevista Diagnóstica Internacional Compuesta.
El estudio analiza los comportamientos suicidas, y no los suicidios mortales, ya que se basa en entrevistas a la población adulta. Las variables que se asocian con estos comportamientos son: género femenino, edades más jóvenes, menor educación, no vivir en pareja, estar desempleado, padecer algunos trastornos mentales, haber padecido adversidades en la infancia y los trastornos mentales de los padres.
Las conductas suicidas tienen tasas similares en los países desarrollados y en vías de desarrollo
Sin embargo, por lo que respecta a la mortalidad por suicidio, existen variaciones importantes en el mundo. Por ejemplo, países del Este de Europa y la antigua Unión Soviética tienen las tasas más altas (Lituania, Bielorrusia, La Federación Rusa) y una gran parte de los fallecidos por suicidio padecían trastornos mentales.
Otras características determinantes para que el suicidio se materialice son: la religión (lo que implica tasas mínimas de suicidios en países musulmanes), el apoyo social o el acceso a armas o a sustancias letales.
En España, un país con una cultura tradicional católica, de familia extendida, con prevalencia relativamente baja de trastornos mentales y con grandes restricciones en el uso de armas, las tasas de muerte por suicidio son bajas, casi la mitad del promedio europeo.
Esta tasa está creciendo mientras que en países con tasas superiores está bajando. En lugares como EEUU, por cada muerte por suicidio se dan entre 3 y 4 hospitalizaciones por intento de suicidio no completado, y entre 15 y 20 asistencias de urgencias por la misma causa.
El índice de evaluación de riesgos múltiples puede predecir los planes y los intentos de suicidio con una exactitud bastante alta y ayudar a los especialistas médicos a pronosticar estos comportamientos.