Chaleco que monitorea ritmo cardíaco

Normalmente, el corazón late entre 60 y 100 veces por minuto, en las personas que hacen ejercicio habitualmente o que toman medicamentos para reducir el ritmo cardíaco, la frecuencia puede caer por debajo de 55 latidos por minuto

La idea del chaleco que monitorea el ritmo cardíaco surgió luego de que alumnos de la carrera de Ingeniero en Tecnologías Electrónicas del Tecnológico de Monterrey, Campus Puebla, visitaran la Escuela de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Aalto en Helsinki, Finlandia, que trabaja en este dispositivo de monitoreo y ayuda, según explica el Dr. Francisco Reséndiz Rodríguez, profesor investigador en la Escuela de Tecnologías de la Información y Electrónica.

El Dr. Reséndiz especificó que este chaleco puede ser una alternativa para casas de retiro y personas de la tercera edad que vivan solas. La propuesta para que su costo resultara manejable, fue que la producción se hiciera en Puebla, pues ahí tiene un costo de 10 mil pesos, mientras que si se importa de Finlandia es 400%  más caro.

La Organización Mundial de la Salud advirtió que en menos de tres décadas uno de cada cuatro mexicanos será mayor de 60 años y estimó que la población sufrirá enfermedades crónicas relacionadas con el sistema cardiovascular.

Mientras que la Secretaria de Salud reporta que en la actualidad, hay 10 millones de personas mayores en el país de las cuales 20%  tienen alguna limitación en sus actividades cotidianas, por lo que este chaleco podría salvar miles de vidas.

Se trata de un proyecto integrador, para su realización fue necesaria la aplicación de habilidades en sensores electrónicos, programación y telecomunicaciones.

El chaleco tiene un mecanismo de tres partes: circuitos eléctricos que miden el pulso cardiaco, sensor de posición corporal y transmisor de alertas. Esto, para que pueda cumplir los propósitos de monitorear y evaluar la normalidad de los signos vitales; detectar la posición del usuario y mandar un mensaje de alerta cuando se detecta una situación de peligro para la salud.

La medición del pulso cardiaco se hace a través de dos sistemas; circuitos electrónicos conectados a sensores colocados en el área del pecho, programados con parámetros especializados para cada persona de acuerdo al comportamiento de su organismo; y oxímetros que funcionan al detectar la frecuencia cardiaca en la muñeca o dedo índice con luz infrarroja. El doble chequeo de signos vitales hace que la alerta sea fidedigna.

Un acelerómetro detecta los movimientos abruptos y el tiempo en que suceden, mientras que la alerta se manda a través de un chip de celular integrado que tiene programado emitir un mensaje para un “Call Center” con los datos que arrojan los sistemas para evaluar si se debe mandar una alerta al contacto de emergencia del usuario.


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