A pesar de los recientes cuestionamientos a las bondades de los antidepresivos en personas con depresión leve o moderada, un nuevo metaanálisis sugiere que tienen muchos beneficios.
Los investigadores encabezados por el Dr. Robert Gibbons, de la University of Chicago, descubrieron que los pacientes que toman Prozac (fluoxetina) o Effexor (venlafaxina) mostraron una mejora sustancial en sus síntomas comparado con quienes recibieron placebo, independientemente de la gravedad inicial de los síntomas.
La idea de que a menos que estés muy, muy enfermo, no vas a beneficiarte de un tratamiento no parece parece tener sustento, comenta el Dr. Gibbons, aun así, no todos los participantes mejoraron y los beneficios tendieron a desaparecer en los pacientes más antiguos.
El equipo del Dr. Gibbons analizó los resultados de cada participante de estudios clínicos sobre los efectos de un tratamiento antidepresivo de seis semanas frente a un tratamiento placebo. La mayoría de esos ensayos se había realizado con fondos de las farmacéuticas que producen Prozac y Effexor.
La revisión incluyó 12 estudios sobre el uso de Prozac en adultos y cuatro estudios en ancianos y jóvenes, así como también 21 ensayos sobre el uso de Effexor de liberación rápida o prolongada en adultos. En total, se incluyeron 9.000 participantes, a las seis semanas de tratamiento, fueron más los adultos y los niños tratados con Prozac que mejoraron por lo menos un 50% en los controles de depresión, comparados con los que se trataron con placebo, el 55% de los adultos tratados con Prozac respondieron al tratamiento, comparado con el 34% del grupo que tomó placebos.
El 30% de los jóvenes tratados con Prozac logró un alivio significativo de los síntomas, comparado con el 6% del grupo de placebo. Estos beneficios se observaron independientemente de la gravedad de los síntomas anteriores al tratamiento. Sin embargo, en los adultos mayores, estas diferencias fueron menores.
La efectividad de los antidepresivos depende de la edad y lo más interesante es que aumenta en los jóvenes, el estudio se realizó con financiamiento de las agencias nacionales de salud de EUA.
Fuente: Archives of General Psychiatry